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Más de 1.000 inmigrantes subsaharianos intentaron este miércoles saltar la valla fronteriza que separa Marruecos de Melilla y cerca de 500 lograron entrar en suelo español.
"Sobre las 06h00, se produjo un asalto en la zona del Barrio Chino. Aproximadamente, unas 1.000 personas intentaron [pasar] y un poco menos de 500 lo lograron", indicó un portavoz de la Delegación del Gobierno en Melilla.
"Venían en oleadas" para saltar la valla, de siete metros de alto y 11 kilómetros de largo, explicó el presidente de la ciudad autónoma, Juan José Imbroda, a la radio pública RNE.
El intento fue obra de "cinco grupos" formados por un total de más de 1.500 inmigrantes, de los cuales 10 resultaron heridos y fueron llevados a hospitales, informaron, por su parte, las autoridades locales de Nador, en Marruecos.
"Estos grupos no obedecieron las órdenes de la policía y lanzaron piedras hiriendo a cuatro efectivos de las fuerzas del orden", precisaron.
"Un trozo de la valla, exterior, ha sido derribado" durante el asalto, detalló Imbroda. "Las autoridades marroquíes han colaborado bastante. Ha habido también un gran despliegue de la Guardia Civil. Pero era difícil de parar", explicó.
El asalto "estaba perfectamente coordinado y organizado porque se identifican puntos sensibles o vulnerables en la valla", comentó el secretario de Estado para la Seguridad, Francisco Martínez, que anuló un viaje a las islas Baleares para dirigirse a Melilla.
Martínez avanzó que se va a acelerar la instalación de una nueva malla antitrepa, más tupida, para evitar que los inmigrantes puedan subir por ella, al tiempo que se va a enviar más policías a la zona.
Además, reiteró un llamamiento a la Unión Europea "para que tenga una implicación mucho más activa en un problema que tiene que ver con la seguridad de las fronteras no de España sino de la UE", la cual en los últimos meses también ha visto multiplicarse los casos de entradas de inmigrantes clandestinos por mar a través de las islas italianas o por tierra desde Turquía a Grecia.
Entre enero y abril, un total de 42.000 migrantes clandestinos intentaron entrar ilegalmente en la UE, señalaba el pasado día 14, Gil Arias Fernández, director adjunto de la agencia europea Frontex, a cargo de la cooperación en las fronteras exteriores de la UE.
Los inmigrantes que lograron cruzar la frontera se dirigieron luego al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla, un centro de acogida gubernamental, ya saturado.
"Algunos fueron tratados por heridas menores en la enfermería del CETI", explicó el portavoz de la Delegación del Gobierno en Melilla.
"Ya había unos 2.000 acogidos" aunque la capacidad es para 480, explicó Juan José Imbroda, a los que habrá que añadir los 400 que entraron este miércoles.
El pasado 18 de marzo, alrededor de 500 inmigrantes consiguieron entrar en Melilla, en el asalto más importante desde 2005 en esta ciudad, sometida a una intensa presión migratoria desde hace meses, junto a Ceuta, que constituyen las únicas fronteras terrestres de África con Europa.
Los inmigrantes subsaharianos han establecidos campamentos en el monte Gurugú, del lado marroquí, donde esperan la ocasión para saltar la valla.
Preguntado por los medios sobre el número de estos inmigrantes, Martínez dijo: "Si hoy se ha movilizado un grupo de unos 1.000, pues se pueden hacer una idea de que estamos hablando de una cantidad muy elevada".
Los inmigrantes también intentan entrar a nado en España y así, el 6 de febrero, 14 inmigrantes murieron ahogados cuando intentaban acceder a nado a Ceuta.