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La XXIV Cumbre Iberoamericana de Veracruz, este de México, concluyó sus trabajos este martes deslucida por las ausencias de mandatarios clave como los de Argentina, Brasil, Venezuela y Cuba, que perjudicaron los esfuerzos de España de reimpulsar el foro.
El país organizador centró la cumbre de dos días en los temas de educación, cultura e innovación, dejando de lado asuntos más espinosos sobre política y la desaceleración económica que vive la región.
Tampoco hubo espacio en los discursos ni los comunicados especiales para la crisis que vive México por la presumible masacre de los 43 estudiantes.
"Ha sido una cumbre muy exitosa", celebró el presidente español, Mariano Rajoy, en una rueda de prensa en la que minimizó las sonadas ausencias y se felicitó por la mayor convocatoria desde la edición de 2005, con la presencia en Veracruz de 16 jefes de Estado y de gobierno.
El proyecto estrella de la cumbre fue un programa de movilidad universitaria que espera beneficiar a unos 200.000 estudiantes hacia 2020, además del encargo a la nueva secretaria general iberoamericana, Rebeca Grynspan, de una agenda para promover la digitalización de la región.
- Pérdida de influencia de España -
Debilitada ante el surgimiento de nuevos foros como la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) o la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), la primera Cumbre Iberoamericana del rey Felipe VI fue bautizada por Grynspan como la de "la renovación", pretendiendo ofrecer unas relaciones más horizontales entre América Latina y la península ibérica.
Pero los gobiernos izquierdistas de Argentina, Brasil, Bolivia, Cuba, Nicaragua y Venezuela no consideraron necesario ser representados por sus presidentes en la cita y enviaron a sus vicepresidentes o cancilleres a excepción de Bolivia, que fue representado con un funcionario de menor rango.
El embajador boliviano en México fue el emisario de Evo Morales en la cumbre, después de que el mandatario dijera esta semana que elcuentro nació en 1991 a iniciativa de "los monarcas de España, de Europa, para sus propios intereses".
De entre todas las ausencias, la del presidente cubano, Raúl Castro, fue la más sonada ya que México y España habían puesto especial empeño para que asistiera por primera vez a esta cumbre e incluso no descartaban que llegase para la última jornada.
- Tiempos de vacas flacas -
La del emblemático puerto de Veracruz fue también una cumbre marcada por la sombra de la desaceleración de América Latina, cuyo crecimiento pareció por años inmune a la crisis global.
La región crecerá este 2014 a un promedio de sólo 1, 1%, según proyecciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Esta tasa, muy lejos del 5, 9% de 2010, debe motivar a los países latinoamericanos a emprender urgentes reformas estructurales, avisó este martes Ángel Gurría, secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), durante la presentación de un informe económico regional.
Pese a la ralentización de la demanda de materias primas desde China, algunas naciones siguen en la senda del crecimiento, como los de la Alianza del Pacífico (Colombia, Perú, Chile y México), pero otras como Brasil, Venezuela y Argentina se encuentran en dificultades.
"El coletazo, lo que nos está diciendo, es que todos hicieron los deberes y, como nosotros estábamos más contentos con los altos precios de las materias primas, no hicimos suficientes deberes", apuntó Gurría.
- Sin mención a los 43 estudiantes -
En la cumbrehubo espacio para que los presidentes firmaran 11 comunicados especiales, uno de ellos para apoyar el proceso de paz colombiano y otro pidiendo atención a la ola de niños migrantes hacia Estados Unidos.
Sin embargo, no fue mencionada la conmoción en México y otros países por la presumible masacre de 43 estudiantes en septiembre a manos de policías y narcotraficantes, uno de los peores crímenes de la historia reciente de América Latina que tiene a Peña Nieto en el peor momento de su presidencia.
El único asistente en pasar de puntillas sobre el tema fue el saliente presidente uruguayo, José Mujica, que expresó a su homólogo mexicano: "Sé que está en dificultades, pero las dificultades si no las supera la democracia no las supera nadie".