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Unos activistas prodemocráticos de Hong Kong se cortaron el pelo al rape este martes como protesta por el incremento del control político de China en la antigua colonia británica.
Decenas de manifestantes se congregaron en una iglesia atestada de gente y explicaron que se habían rapado la cabeza de forma simbólica para mostrar que están dispuestos a hacer sacrificios con el fin de garantizar el futuro político del territorio bajo administración china.
Como temían los activistas prodemocráticos de Hong Kong, Pekín anunció recientemente que el futuro jefe del ejecutivo local será elegido por sufragio universal desde 2017, como estaba previsto, pero sólo entre dos o tres candidatos preseleccionados. Los activistas prodemocráticos consideran inaceptables estas restricciones y acusan a Pekín de traición.
Entre los manifestantes rapados figuran tres fundadores del principal movimiento de protesta, Occupy Central, que quieren bloquear el barrio de negocios de la ciudad para denunciar la decisión china. "Estamos determinados a mostrar que estamos dispuestos a renunciar a algo para luchar por algo más importante", explicó Benny Tai, uno de ellos. "Para los chinos, el cabello representa un regalo que les han hecho sus padres. Es valioso. Un día también daremos nuestra libertad para luchar por la democracia", añadió.
Sin embargo, el movimiento prodemocrático ha admitido recientemente que es casi imposible hacer cambiar de parecer a China, sobre todo en el tema de las libertades electorales.
Los habitantes de Hong Kong poseen un sistema judicial y político diferente del de China, además de libertad de expresión, pero los hongkoneses están preocupados por el creciente control de Pekín en los asuntos internos del territorio.