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David Kilgour
Cualquier persona que hable de la gobernabilidad democrática en América debe comenzar por el libertador de Latinoamérica, Simón Bolívar, quien en 1819 resume sus ideales así:
"Un gobierno republicano… sus principios deben ser la soberanía del pueblo, la división de poderes, la libertad civil, la prohibición de la esclavitud y la abolición de la monarquía y los privilegios. Necesitamos la igualdad para fundir, por así decirlo, como un todo, las clases de los hombres, las opiniones y costumbres políticas."
1.Retos para la gobernabilidad democrática
Contrario a lo que muchos en Norteamérica pueden suponer, el concepto de democracia parece solidificarse por toda América Latina. La última encuesta del barómetro latino (tomado en septiembre-octubre de 2009, a partir de entrevistas frente a frente a 20, 200 personas en 18 países) indica que el apoyo a la democracia está en los niveles más altos desde finales de los años 90 y 11% por encima del porcentaje más bajo del año 2001. Al informar de los resultados de la encuesta, la revista The Economist (12 de diciembre de 2009) llegó a la conclusión de que una "clara mayoría en toda la región se ha comprometido con los demócratas. Sin embargo, hay una paradoja, se busca la democracia pero es frágil en muchos de los países de América Latina.
Los entrevistados coincidieron en que "prefieren la democracia a cualquier otra forma de gobierno", aunque los porcentajes fueron muy variables en cada uno de los países encuestados (el más alto en Venezuela 84, Uruguay 82, Costa Rica 74, Bolivia 71, El Salvador 68, República Dominicana 67, Argentina y Panamá 64, en la media Chile con 59, Brasil, Honduras y Nicaragua, todos con 55, Perú 52 y los más bajos en México y Guatemala 42, Ecuador 43, Paraguay 46 y Colombia 49).
Otros resultados de la encuesta del Latinbarómetro:
A pesar de las tendencias alentadoras y una encuesta de opinión similar en los países del Caribe, que sin duda, evocan respuestas similares, las causas de los problemas que se plantean en la gobernabilidad democrática en América Latina parecen arraigadas a los legados coloniales, con mucha exclusión social y desigualdades. Los gobiernos posteriores a la independencia a menudo no invierten en educación de calidad para todos, salud y otros servicios públicos necesarios para toda la ciudadanía, especialmente en los países donde persistieron las prácticas coloniales.
Problemas actuales
Una de las principales amenazas a la democracia son los Maras (bandas de delincuentes fuertemente armados) y los carteles de drogas ilegales. Los dos grupos se han unido en Centroamérica y son ya pandillas transnacionales, que crean feudos en las regiones donde el control del gobierno es débil. Los expertos en seguridad temen que los Maras darán el salto de criminales a movimientos políticos armados, con el objetivo de crear "una jungla de narco estados casi feudales."
Para contribuir a la estabilidad del hemisferio, Canadá, EE.UU. y otros países deben hacer mucho más para apoyar el buen gobierno. El concepto de democracia de la administración Bush se ha reemplazado por otro enfoque en la administración Obama, que aunque ha bajado prudentemente la retórica, también puede descalificar el estimulo a la democracia. En Canadá, hace sólo uno o dos años, el gobierno de Harper anunció ambiciosos planes para fortalecer el papel de Canadá en apoyo al buen gobierno y la democracia, pero aún están en espera. Democracia/buen gobierno son buenos nichos de la política exterior de ambos países, pero se debe tener el liderazgo político para hacerlo.
La revisión de Eric Hirschberg a la literatura reciente sobre la re-democratización de la mayor parte de América Latina desde la década de los 70s, sugiere que deben abordarse las siguientes cuestiones:
2. Papel de los parlamentos
El sitio web de la FIPA (Foro Interparlamentario de las Américas) (http://www.efipa.org/newsen.htmfifa) parece ser un buen lugar para investigar sobre este tema. Las funciones de los legisladores en América Latina parecen tan variadas como los de sus homólogos en Europa.
3.Acciones específicas que la comunidad de legisladores democráticos pueden tomar:
Una forma de mejorar la capacidad de los gobiernos para enfrentar las amenazas a la democracia es volver a conectar a los diputados y senadores con sus respectivas sociedades civiles. Parece que algunos gobiernos apoyan más a las organizaciones no gubernamentales que al desarrollo parlamentario. Una iniciativa podría ser colaborar con los legisladores en cómo mejorar la relación con sus representados en la formulación de políticas. A fin de apoyar la democracia representativa, hay que relacionarse y trabajar con la FIPA y otras asociaciones de legisladores sobre cómo mejorar los cuerpos electos en todas partes.
4.Formación de una rama del Foro parlamentario de las Américas
Esto probablemente no sería difícil. Se podría ubicar en una institución establecida que funcionara como Secretaría. Más vínculos entre parlamentarios, ONGs y la comunidad de investigadores son necesarias.
Conclusión
Cerraré compartiendo el optimismo del Economist de esta semana, una historia de su portada sobre América Latina, "Nobody's Backyard" (del 9 de septiembre) (www.economist.com/): "Algo notable está pasando en América latina...este año la economía de la región creció de nuevo en más del 5%. El crecimiento económico va de la mano con el progreso social...el peligro para América Latina es la complacencia...arreglar estos problemas requiere de líderes políticos que redescubran el apetito por las reformas. La democracia ha traído consigo una bienvenida mejora en la política social...pero aún queda mucho por hacer."
David Kilgour fue Secretario de Estado canadiense para América Latina y África.