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Este Azul parece de verdad, la experiencia de Enrique Meza, combinada con el deseo de revancha de la mayoría del plantel han puesto a este equipo en su tercera final en los últimos cuatro torneos. Los corazones celestes latían con fuerza horas antes del inicio de las acciones, la confianza de cada uno de los seguidores era una "llama" que ha venido creciendo conforme la campaña entró en su madurez y ahora casi en su extinción. La misión de llegar a esta serie por el título, sin embargo, no fue nada sencilla, esta tarde tuvieron que sufrir mucho para conseguirlo, ya que hubo un momento que parecía se les escapaba de las manos. Miguel Sabah, apodado el "hombre sin miedo", en esta ocasión no tuvo ninguna duda para terminar con ese cero en el marcador, que debió haber llegado antes, si el silbante Paúl Delgadillo hubiera tenido el valor de marcar una clara mano de Joel Huiqui dentro del área en el primer lapso. La furia y frustración de la afición "cementera" se vio reflejada en tres individuos que desquitaron su molestia con los cronistas de la televisora que se encarga de trasmitir los partidos de la "Máquina", a quienes agredieron lanzándoles líquidos de dudosa procedencia. La cosa no paró ahí, ya que otra persona se encargó de amenazar con palabras altisonantes al mundialista en Estados Unidos 94 y Francia 98, Luis García, lo que provocó que un elemento de la Secretaría de Seguridad Publica y de seguridad privada fueran colocados abajo del palco para impedir que alguien se acercara. Además de todo esto, se informó que se capturó a unos carteristas que, aprovechando los tumultos en los pasillos, despojaron a cinco personas de sus pertenencias. Después de todos esos acontecimientos dignos de una final de Ascenso, pero de algún recóndito país, no tan lejano de éste, la atención se centró nuevamente en el partido que parecía se inclinaba al lado "purépecha". Ese espíritu que hizo grande a este equipo hace muchos años tuvo una aparición fugaz en la persona de Alejandro Castro, quien puso un centro para Javier "Chuletita" Orozco, que desde la banca salió para conectar un cabezazo que hizo estallar a las más de 30 mil gargantas que se dieron cita en el estadio Azul. Y para ponerle "broche de oro" a esta actuación, apareció ese hombre que durante toda la campaña una y otra vez reventó las redes de las porterías, el argentino Emanuel Villa finalmente pudo hacerse presente en esta liguilla con ese gol que hace nuevamente soñar a toda una afición que quiere dejar atrás años de frustraciones.