Fuente Literaria/ Poesías contemplativas N° 05

Se fueron los tiempos, es la aridez, ruina y muerte. Son los pañales del infante. Una vez, le tomaron la posesión de las almas y sus garras imponentes tomaron mi vida.

Es hollar el laberinto,   Es la certeza burguesa de crecer, para mi, los tiempos se han olvidado, es la fuerza de haber sido y no lo somos. Estoy desterrado al mundo de los sueños.

Todo es raro y fantoche, Es ser insesato, debo olvidarme de la gente inicuoa. Y viajar al limbo de nuevo, si verdaderamente existe. Es lo predestinado para ver la flor y la vida.

Sin sombra soy. Es un afán que no pasa, es el encuentro en ellos. Lo mismo es, es la melodía que deseo conocer, son tus labios. Es la contemplación de lo presente. Es el manejo de las aproximaciones en los años mozos,   es la saciedad al deseo.

Apresurate, sangre en mis venas,   Hay una verdad en la vida, solo brotan de los labios, los sueños de la vida.

Es el capricho infalible del infante, es la verdad de un rey.

Es la melodía que ayuda a conocerme, es lo hermoso en el suspenso

Han tomado mi alma para posesionarse de ella,   es el trastorno profundo de cada sueño. Es tiempo de los lacayos. Es la música como música, es el mito al contemplarte. Es la verdad de la vida, .

Es la melodía que ayuda a conocerme,   es lo hermoso en el suspenso.

Es la criatura joven que emerge ante el rey en la humana hermosura y bien despierto ya estamos en El.

Es volar entre prenumbras.

   Ahora, he encarnado en lo divino y he seducido tu cuerpo, he dividido mis cantos para ver tu rostro sobre la cima montañosa.

Es la aproximación  al destino del rey.Es el huésped desterrado que regresa a mi alma. Es la trompeta fundida en un mito, en la rebeldia de tus labios, es el ángel que aparece entre las montañas, es el désden de lo artero.

Es la pureza rebelde que todo toca. Es el mancebo que por su gracia se acerca. Es lo disperso del tiempo.

Emiro Vera Suárez 23/ 03/ 2021