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La exposición a niveles de radiación equivalentes a una misión a Marte podría producir problemas cognitivos y acelerar los cambios en el cerebro que están asociados con la enfermedad de Alzheimer"
La Radiación cósmica que bombardea a los astronautas en misiones en el espacio a lugares como Marte podría acelerar la aparición de la enfermedad de Alzheimer, según concluye un nuevo estudio, publicado en la revista 'Plos One'. "La radiación cósmica galáctica representa una amenaza importante para los futuros astronautas", ha afirmado Kerry O'Banion, profesor en el Departamento de Neurobiología y Anatomía del Centro Médico de la Universidad de Rochester (Estados Unidos) y autor principal de la investigación.
"La posibilidad de que la exposición a la radiación en el espacio puede dar lugar a problemas de salud tales como el cáncer ha sido reconocida. Sin embargo, este estudio demuestra que la exposición a niveles de radiación equivalentes a una misión a Marte podría producir problemas cognitivos y acelerar los cambios en el cerebroque están asociados con la enfermedad de Alzheimer", concreta este experto.
Mientras que el espacio está lleno de radiación, el campo magnético de la Tierra protege en general el planeta y la gente en la órbita baja de la Tierra de estas partículas. Sin embargo, una vez que los astronautas dejan la órbita están expuestos a la ducha constante de diversas partículas radiactivas.
Varios estudios han demostrado el potencial riesgo de cáncer, impacto cardiovascular y musculoesquelético de la radiación cósmica galáctica, pero esta investigación examina el impacto potencial de la radiación espacial en la neurodegeneración y, en particular, los procesos biológicos en el cerebro que contribuyen al desarrollo de la enfermedad de Alzheimer.
O'Banion, cuyo estudio se centra en cómo la radiación afecta al sistema nervioso central, y su equipo han estado trabajando con la NASA (agencia norteamericana del espacio) desde hace más de ocho años. Los investigadores estudiaron el impacto de una determinada forma de radiación de partículas de alta masa y alta cargada (HZE).
Estas partículas, que son impulsadas por el espacio a velocidades muy altas por la fuerza de las estrellas en explosión, tienen muchas formas diferentes, por lo que estos científicos eligieron partículas de hierro para su estudio. "Debido a que un paquete de partículas de hierro es más duro que un golpe es muy difícil desde el punto de vista de ingeniería proteger eficazmente contra ellas", dice O'Banion, que añade que para ello habría que envolver una nave espacial en un bloque de plomo u hormigón.
Una parte de la investigación se llevó a cabo en el Laboratorio de Radiación Espacial de la NASA en el Laboratorio Nacional de Brookhaven en Long Island (Estados Unidos). Los investigadores quisieron comprobar si la exposición a la radiación tiene el potencial de acelerar los indicadores biológicos y cognitivos de la enfermedad de Alzheimer, sobre todo en personas que puedan estar predispuestas a desarrollar la enfermedad.
Para lograrlo, estudiaron el impacto en los modelos animales de la enfermedad de Alzheimer, que fueron expuestos a diferentes dosis de radiación, incluyendo los niveles comparables a lo que los astronautas experimentarían durante una misión a Marte. En Rochester, un equipo de investigadores evaluaron el impacto cognitivo y biológico de la exposición, sometiendo a los ratones a una serie de experimentos en los que les retiraron objetos o lugares específicos.
Los investigadores observaron que los ratones expuestos a la radiación eran mucho más propensos a fallar en estas tareas, sugiriendo un deterioro neurológico, antes de que estos síntomas aparecen normalmente. Los cerebros de los ratones también mostraron signos de alteraciones vasculares y una mayor acumulación de placa en la proteína amiloide beta de lo normal que se acumula en el cerebro y es una de las características de la enfermedad.
Hay que replantear el concepto de “carrera” espacial y si vale la pena que la humanidad logre una nueva gran hazaña
"Estos hallazgos sugieren claramente que la exposición a la radiación en el espacio tiene el potencial de acelerar el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer", sentenció O'Banion. A su juicio, este es otro de los factores que la NASA, "que está claramente preocupada por los riesgos para la salud de los astronautas", tendrá que tener en cuenta que los planes de futuras misiones.
Un trabajo titulado “La nueva carrera hacia la Luna”, en referencia a los proyectos de EEUU, China, Rusia, India y Japón de enviar misiones tripuladas de vuelta a nuestro satélite. Esta mañana he estado en la sede central de la NASA en Washington DC atendiendo una sesión para la prensa con 7 de los astronautas que han pisado la Luna en las misiones Apollo. Y tras constatar, como ya sospechaba, que la verdadera justificación al descomunal gasto que supondría un viaje tripulado a la Luna y después a Marte, no son tanto los beneficios científicos ni innovación tecnológica que puedan conllevar, sino el afán explorador de nuestra especie y sobre todo inspirar a las nuevas generaciones como el Apollo 11, hay que replantear el concepto de “carrera” espacial. la humanidad logre una nueva gran hazaña… perfecto. Hagámoslo.
Tendría mucho más sentido hacerlo todos juntos en una misión internacional que representara no sólo a un país, sino a todos los pueblos del mundo. Aunque sea por las limitaciones presupuestarias, quizás este podría ser el futuro del viaje tripulado a la Luna. ¿MERECE LA PENA VOLVER A LA LUNA? Planes aprobados ya los hay. y fundamentalmente para prepararse para una futura misión tripulada a Marte. Existen bastantes discrepancias entre los convencidos de que la exploración humana del espacio es imprescindible y los que opinan que los costes exceden holgadamente los beneficios esperables. En resumen, hay 3 motivos básicos que justifican que “vale la pena” ir primero a la luna: recolectar materiales, investigación científica / innovación tecnológica, e inspiración. Pero todos tienen sus detractores. Recursos minerales: Conseguir Helio-3 Aprovechar recursos y exportar materiales de la Luna es uno de los argumentos utilizados para justificar su regreso. Se ha hablado, de instalar placas solares que permitirían enviar energía hacia la Tierra. Pero el compuesto que más interés genera es el Helio-3, un isótopo extremadamente escaso en la Tierra pero que los vientos solares han dejado en cantidades considerables en el suelo lunar. Su interés radica en que por sus características químicas podría ser muy útil en los reactores de fusión nuclear.
Los críticos apuntan que las enormes cantidades de materiales lunares que deberían ser transportadas a la Tierra para una vez aquí extraer el Helio 3, la hacen una tarea demasiado costosa. También dicen que sería bueno primero asegurarnos de que podemos controlar la fusión nuclear… y en otra consideración muy relevante, se plantean si eso mismo no lo pueden hacer robots de manera más barata y segura. De hecho, este es uno de los principales focos de discusión. La cuestión no es si debemos explorar el espacio o no, la rotundidad del sí está fuera de cualquier duda.
La discusión es si debemos hacerlo con humanos o con unos mucho más baratos robots. Los defensores del viaje tripulado replican que esos mismos argumentos existían al inicio de los 60 y posteriormente se vio que las habilidades y versatilidad humanas eran muy superiores. Continúa siendo así, pero sin duda llegará un momento en que el cuerpo humano tendrá más limitaciones que los futuros robots. Ciencia: Telescopios en la Luna Enviar un astronauta geólogo a recoger muestras e investigar la superficie lunar estaría muy bien, si fuera seguro y más barato. De momento esta brutal inversión científica no parece justificada por mucho que nos ayudara a conocer mejor el origen de nuestro planeta o del sistema solar. Otra iniciativa científica que cuenta con muchos adeptos es instalar telescopios en la cara oculta de la Luna
. Su superficie estable permitiría construir estructuras mayores que los telescopios espaciales, y sin una atmósfera que interfiera en las observaciones, y escondidos de las radiaciones de radio terrestres, permitirían explorar en un espectro de bajas frecuencias todavía no probadas. Y el pasado nos dice que siempre que vemos con una nueva lente descubrimos alguna novedad. Los críticos se preguntan hasta qué punto es factible construir un telescopio en las condiciones lunares. Argumentan que, como en el caso del helio 3, los defensores de los viajes tripulados no prestan suficiente atención a las profundas limitaciones técnicas de dichos proyectos. De nuevo, no se trata de investigar sí o investigar no. Inspiración: Apollo 11 fue histórico, un hito de nuestra especie que inspiró a jóvenes y adultos pero… ¿volvería a ocurrir lo mismo? Difícil de pronosticar, la sociedad ha cambiado mucho y el concepto “presencia física” a disminuido su valor. Sin duda un proyecto como el de enviar un humano a Marte (a la Luna ya hemos ido) sería tremendamente inspirador, pero no tanto como lo fue el Apollo 11 en su momento. Está en nuestros genes
En el epílogo de su libro “Man on te moon”, Andrew Chaikin dice que le irrita oír a la NASA repitiendo la expresión “the next logical step is…” (el siguiente paso lógico es….”. “¿Qué tiene que ver la lógica con todo esto???”, se pregunta Chaikin. Para él, y muchos otros, explorar el espacio es algo más emocional que racional, algo instintivo intrínseco a la naturaleza de nuestra especie. Innegable. Para los pro, éste es uno de los motivos más poderosos. Y para los anti, de los más absurdos. El debate se intensifica cuando unos y otros le añaden argumentos bastante flojos como “algún día la humanidad deberá salir de este planeta” o “tenemos otros problemas aquí en la Tierra”. La segunda carrera espacial A no ser que aparezca la interesante propuesta de un programa conjunto, a nadie se le escapa que las opciones Chinas y Rusas son una “amenaza” al liderazgo norteamericano en la exploración espacial. Uno de los astronautas de la reunión de en la NASA ha citado el programa Ruso buscando la motivación para acelerar el de USA. . Innovación tecnológica Es uno de los puntos fuertes para defender el viaje tripulado. Obvio que una empresa así genera grandes avances en su camino que revierten posteriormente en la sociedad. Claramente es un motor de innovación indirecto. La pregunta de los críticos es si los mismos se pueden conseguir de manera directa y sin rodeos. No, porque como en muchos otros campos, la investigación en lo desconocido es imprevisible”, es ía la respuesta más corta y contundente. Ir a Marte, and beyond
.. Es la sugerencia de Buzz Aldrin . “Pero debemos entrenarnos antes”, es la respuesta oficial. La luna sería un lugar ideal para probar cómo responde el cuerpo humano a la vida fuera de la Tierra, y establecer una base como parada intermedia en el viaje a Marte. Si esta es la mejor opción o no, es un debate técnico más que ideológico y por lo visto en la sesión de hoy, no parece todavía absolutamente claro. En definitiva, está claro que habrá futuros astronautas pisando la superficie de la Luna, Marte, u otros rincones del Sistema Solar. La discusión es si debido a los enormes costes que eso representa debemos empezar ya o vale la pena esperar un poco.Y pensar siempre en las radiaciones..y el Alzheimer.