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Con la presentación de un balance de gestión, la primera maestría que se desarrolló en Colombia, la de Museología y Gestión del Patrimonio (MMGP) de la Universidad Nacional (U.N.), dio la bienvenida a los futuros museólogos del país
En el marco de una década de labores contribuyendo a la formación de los profesionales de museos en el país, los profesores William Alfonso López Rosas, coordinador de la MMGP, y Edmon Castell –ambos pertenecientes al cuerpo de docencia de la maestría-, recibieron a los nuevos estudiantes de su VI cohorte con la presentación de un balance sobre la gestión de la MMGP durante este primer decenio.
Gracias a la exposición de un panorama académico y profesional sobre museología que realizó el profesor López Rosas y a la presentación de un nuevo “Pensamiento y acción museográfica” a cargo del profesor Castell, los estudiantes y demás asistentes a la sesión pudieron conocer las vicisitudes de la MMGP durante su periodo de existencia, así como los objetivos que persigue la maestría.
En su exposición, el profesor López Rosas -quien, además de promotor, ha estado acompañando el proceso administrativo y curricular de la MMGP desde su inicio, al igual que la maestra Marta Combariza y el museólogo Edmon Castell- dio a conocer los logros, dificultades y retos que ha tenido la maestría desde su concepción en 2006, pasando por las grandes limitaciones que enfrentó cuando inició clases el 29 de enero de 2008 y luego, referenciando las complicaciones derivadas de su posición crítica y abierta hacia la “política pública de museos en el país”.
Con respecto a esto último señaló: “Todas las cosas que hemos hecho, las hemos hecho intentando movilizar al sector de museos con manifiestos duros, hasta cierto punto vanguardistas, trayendo la tradición de los artistas de vanguardia, manifestándonos de forma vehemente en contra de la política pública de museos que sigue, creo yo, siendo bastante inoperante en nuestro país. […] La Maestría en Museología es el único programa de formación en museología que sigue siendo excluido del Consejo Nacional de Museos por nuestras posiciones. Seguimos siendo un programa muy problemático”.
Sobre las fortalezas de la maestría mencionó la formación integral que ofrece a sus estudiantes, especialmente en teorías y prácticas contemporáneas museológicas, su presencia en el Comité colombiano del Consejo Internacional de Museos y en la Mesa de Museos de Bogotá. Así mismo, destacó los propósitos que se han planteado desde la creación del programa con respecto a la necesidad de formar profesionales en museología.
“Formar profesionales de museos en Colombia no se puede reducir solamente a abrir un espacio curricular dentro de una estructura académico-administrativa sino que, sin duda, debe comprometerse con la modificación de las condiciones de la existencia de los museos en nuestro medio aunque ello parezca muy utópico”, explicó.
En este sentido, rememoró un fragmento de un discurso que dio hace diez años cuando inició la maestría: “Así, el programa que hoy inauguramos debe conducirnos de una museología de artesano a una museología profesional, de una museología del sentido común a una museología critica, de una museología de las buenas intenciones a una museología políticamente pertinente”.
“Formar profesionales de museos es comprometerse con la modificación de las condiciones de la existencia de los museos en nuestro medio aunque ello parezca muy utópico”, López Rosas
El académico también presentó cuadros estadísticos en los cuales destacó que de 163 estudiantes recibidos 79 han llevado a culminación su etapa de posgrado, es decir, se han graduado como museólogos y están desempeñándose como tal en importantes instituciones museales y culturales. Según la maestra Marta Combariza, presente en la sesión inaugural, “la mayoría de los egresados de la primera cohorte están trabajando en el campo de la cultura, algunos en museos y otros en otro tipo de instituciones culturales”.
Frente al número de alumnos no graduados, el profesor López explicó que el gran cuello de botella está en el trabajo de grado e informó que para esta cohorte se matricularon 34 estudiantes de quienes se espera finalicen su ciclo académico. Con respecto al devenir de la maestría, mencionó que dentro de la estrategia editorial –con la que han sido publicados libros como el de Emma Araújo de Vallejo: su trabajo por el arte, la memoria, la educación y los museos y la serie Cuadernos de museología-, está el de la publicación de un catálogo de tesis de grado de sus estudiantes para que los resultados de estas investigaciones lleguen a un público académico más extenso y puedan servir de sustento teórico a otros estudios.
Por su parte, el profesor Castell enfocó su exposición en la necesidad de “seguir las huellas del pensamiento y praxis museográfica contemporánea desarrollada desde la museología y/o instituciones patrimoniales”, pues según explicó existe un desconocimiento al respecto, desconocimiento que constató tras realizar un ejercicio in situ al mostrar fotografías de museólogos de diferentes nacionalidades.
“Existe la necesidad de repensar la imaginación museográfica para cultivar un pensamiento crítico; para dar voz a sensibilidades y expresiones diversas y subalternas que, en el pasado o en presente, han influido en la modificación de las estrategias narrativas de las instituciones patrimoniales dominantes; para abrir el lenguaje científico a nuevas coordenadas patrimoniales que permitan superar el marco del museo disciplinario, y para reconocer la labor de las personas que han estado antes”, indicó el profesor Castell.
En cuanto al concepto de imaginación museográfica dijo que hace referencia a una aptitud, a una capacidad y sensibilidad específica para ver el mundo y hacer cosas. “La imaginación museográfica constituye, de facto, un tipo de subjetividad que permite entender, evaluar y reconstruir los lenguajes, procesos y culturas museográficas”. Y agregó: “La imaginación museográfica comparte con el pensamiento empático la capacidad de ver el mundo de los museos desde la perspectiva propia y la de los otros”.
Al finalizar la sesión y a modo de conclusión reiteró: “Tenemos que vindicar la museografía como algo propio, como un saber de acción y de transformación. […] Reconstruir el pensamiento y acción museográfica: esto no se ha hecho”.