El antiguo internacional del equipo de rugby de Nueva Zelanda Jerry Collins murió el viernes en un accidente de tránsito en el sur de Francia, informaron las autoridades locales.

Collins, de 34 años y seleccionado en 48 ocasiones para jugaro con los All Blacks, conducía por una autopista cerca de la localidad de Beziers y por razones que se desconocen detuvo su vehículo en la calzada, tras lo cual fue embestido por un autobús que transportaba a turistas portugueses.

Collins viajaba junto a su esposa, que también murió en el accidente, y con su hija de dos meses de edad, que sobrevivió pero que está grave.

El conductor del vehículo presenta heridas leves.

Este accidente se produjo unas horas antes de que empezaran las semifinales del Top 14 del rugby francés entre el Toulon, antiguo equipo de Collins, y el Stade Français.

Jerry Collins (1, 91 m y 108 kg) también jugó para el club japonés del Yamaha Jubilo (2011 a 2013), el Ospreys galés (2009-2011) y Wellington Hurricanes (1999-2007) en Nueva Zelanda, antes de participar como comódin médico en Narbonnee en la Pro D2, tras tomarse un año sabático.

Originario de Samoa y conocido por sus duros placajes y su pelo rubio, Collins brilló con la selección de Nueza Zelanda en la primera mitad de la década de los 2000. El delantero debutó con los All Blacks contra Argentina en 2001. Con cuatro Tres Naciones (2003, 2005, 2006, 2007) en su palmarés, su carrera internacional terminó a los 26 años, cuando el equipo neozelandés perdió frente a Francia en cuartos de final del Mundial de 2007 en Cardiff (Gales).

El 'all black' número 1.002, que tenía la costumbre de posar una rodilla y rezar entre la 'haka' y el pitido inicial, tuvo el honor de ser capitán de los oceánicos en tres ocasiones.

"Collins era uno de los delanteros más fuertes y más comprometidos de los All Blacks y su presencia en el campo y su porte intimidante lo hicieron un rival muy temido", dijo en su página web la selección de Australia.