¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Sociedad Mexicana escriba una noticia?
En línea con la exhortación del papa Benedicto XVI a impulsar la corresponsabilidad de los laicos en la misión de la Iglesia, el cardenal Norberto Rivera aprobó oficialmente la constitución del Consejo de Laicos de la Arquidiócesis de México. La nueva organización tendrá la función de fomentar la conciencia y participación de los bautizados en el trabajo de evangelización, sirviendo como un lazo de transmisión de las necesidades y planteamientos de solución a los problemas que enfrenta la Iglesia católica, dijo el vicario episcopal de laicos, Juan Carlos Guerrero. El prelado agregó que el consejo también ayudará a conocer cómo está respondiendo el trabajo pastoral de la iglesia ante las necesidades de los diferentes sectores de la población, al tiempo que establecerá un vínculo más fuerte entre la Arquidiócesis de México y los habitantes de la ciudad. De acuerdo con un texto del Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México (SIAME) esa instancia tiene su primer antecedente en 1962 cuando el entonces arzobispo Miguel Darío Miranda lo constituyó con motivo de la preparación y organización de lo que fue conocido como La Gran Misión, esfuerzo que con los años se diluyó hasta desaparecer. De acuerdo con los estatutos aprobados para su funcionamiento, que serán revisados cada cinco años, el consejo de laicos estará organizado en tres niveles de participación: asamblea general, equipos sectoriales y la comisión permanente. Los integrantes de la comisión permanente, con el acompañamiento del vicario episcopal de laicos, se encargarán de dar a conocer la finalidad y organización del mismo, y de presentar al arzobispo de México a los bautizados que integrarán los equipos sectoriales. Estos, a su vez, estarán integrados por representantes de “los diferentes ambientes de la ciudad”, de sectores que interesan a los fieles como salud, educación, trabajo, seguridad, indígenas, entre otros. El vicario de laicos informó que cualquier bautizado puede formar parte de los equipos sectoriales, pero el único requisito es participar en el taller de introducción sobre esta organización y reafirmar su compromiso por trabajar para la Iglesia Católica y sus fieles.