Una de las dos agrupaciones de árbitros argentinos lanzó un paro a partir del jueves en todas las categorías que pone en duda la realización del superclásico River-Boca, en reclamo de medidas de seguridad luego de que un árbitro recibiera una feroz paliza en un partido del ascenso.

Así lo anunció el martes Guillermo Marconi del Sindicato de Arbitros Deportivos de la República Argentina (SADRA), en declaraciones a radios argentinas.

"El Comité Ejecutivo (de SADRA) decretó un paro de actividades en todo el país para este fin de semana. Mis árbitros no juegan este fin de semana en Primera División, B Nacional, Primera B y Federal A, B y C", dijo a radio La Red.

La otra entidad del sector, la Asociación Argentina de Arbitros (AAA), aún no definió su postura pero su secretario general, Federico Beligoy, no descartó adherir a la medida.

"Este tipo de situaciones como la de Elichiri hay que pararlas de manera contundente", dijo Beligoy y agregó que "hay que decidirlo en conjunto. Si tenemos que ir al paro, vamos a ir al paro".

El domingo en un partido del torneo Federal B, el árbitro Claudio Elichiri fue atacado y golpeado por algunos futbolistas e hinchas de Sarmiento de Ayacucho que ingresaron al campo de juego, luego de que no señalara un penal ante Sansinena de General Cerri.

Marconi dijo que "llegar a un paro general es difícil y parar el fútbol es aún más, pero alguien tiene que hacerse cargo".

Aclaró que esperan una respuesta de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y del ministerio de Trabajo que les garantice la seguridad.

Desde la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (Aprevide), su titular Juan Manuel Lugones estimó que todavía "se puede llegar a algún acuerdo" para evitar la huelga.

"Vamos a disponer los medios para que haya más seguridad para los árbitros", dijo en diálogo con el canal de televisión TN.