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Pese a su estrecho vínculo con Lourdes, el cuerpo de Bernadette descansa en un convento en el centro de Francia. Ahora, una asociación lucha por trasladar sus restos cerca del santuario donde, según la Iglesia Católica, la Virgen María se le apareció en 1858.
Después de las 18 supuestas apariciones marianas, y a causa del continuo acoso de la prensa y los peregrinos, Bernadette Soubirous abandonó Lourdes (suroeste de Francia) en 1866, con 22 años, para irse al convento de Saint-Gildard en Nevers (centro), donde falleció el 16 de abril de 1879.
En una capilla de decoración sobria, su cuerpo reposa en un féretro de cristal y bronce, con las manos juntas, vestida con un hábito de monja de color negro.
Allí, tres religiosas están al cargo de la capilla, ayudadas por 29 empleados y un centenar de voluntarios. La congregación de las Hermanas de la Caridad conserva sus amplios locales en Nevers, "únicamente porque está Bernadette", reconoce el director del Espacio Santa Bernadette de Nevers, Nicolas Joanne.
Pero José Marthe, concejal en Lourdes desde hace 39 años, propone transferir a las hermanas de Nevers a Lourdes junto con los restos de la santa. El edil fundó en septiembre la asociación 'Por el retorno de Bernadette Soubirous a Lourdes' con varios descendientes de la familia de la religiosa.
Según Marthe, en Nevers hay "pocos efectivos" para cuidar a la religiosa. "Me parece inimaginable que un día, únicamente los laicos se ocupen de Bernadette".
"No es una idea mercantil", asegura su vicepresidente, Francis Bayomeu, gerente de la 'Casa paterna de Bernadette', un pequeño museo con "todos los recuerdos" de la Santa, visitado por 60.000 personas cada año.
- Un 'vano' intento -
"Bernadette se fue obligada, pues había mucha presión mediática. Ella nunca deseó irse de Lourdes", agrega Bayomeu.
Falso, responden las Hermanas de la Caridad. La inhumación "muestra el deseo de Bernadette, que vino a Nevers para esconderse", recuerda en un comunicado la superiora general Elisabeth de Tonquédec. "En 1957, el papa Pío XII ratificó definitivamente la postura de la Iglesia confirmando el mantenimiento de Bernadette en Nevers", zanja.
Según Joanne, unos 170.000 peregrinos acuden a Nevers cada año para visitar a Bernadette, mientras que para Alain Breton, presidente de la Oficina de Turismo de Nevers, el traslado de la santa comportaría una "pérdida económica real en la ciudad".
Un estudio de 2012 calculó que las visitas a la religiosa reportaron a la ciudad "más de 2, 5 millones de euros".
Para Mathias Terrier, director de comunicación del Santuario de Lourdes, "el intento es vano, simplemente, porque no es conforme con los deseos" de Bernadette.
En su Logia, que recoge las conversaciones de Bernadette, al parecer contestó "Oh! No, jamás" cuando una hermana le sugirió su vuelta a Lourdes. "Harán intentos por tener mi desdichado esqueleto, pero en vano", agregó.
"No existe ninguna ambigüedad al respecto", recalca Terrier.
Pero Marthe no se rinde. "No existe ningún documento escrito de puño y letra de Bernadette" que atestigüe este deseo, defiende. "No sabemos si será dentro de seis meses o de seis años, pero Bernadette volverá", asegura.