¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Grandespymes escriba una noticia?
Por Jennifer Delgado Suárez
Todos hemos perdido el control en alguna ocasión. Todos hemos cedido ante ese impulso que crecía dentro, devorando razones y comedimientos a su paso, empujándonos a actuar sin pensar. Y no siempre necesitamos mucho para caer en esa trampa.
A veces basta un comentario sarcástico de un compañero de trabajo. Un reproche de nuestra pareja. Una mirada o un tono ligeramente fuera de lugar. Una prohibición. O una tentación. En determinados momentos, cualquier situación puede hacer que mordamos el anzuelo empujándonos a ese punto de no retorno.
Obviamente, nuestro "yo" adulto y racional es consciente de que estamos reaccionando de manera exagerada, pero a pesar de ello, no podemos evitarlo. Es como cuando intentamos contener un estornudo. En el budismo tibetano existe una palabra para describir ese estado: shenpa.
¿Qué significa shenpa?Según Pema Chödrön, el significado más común de shenpa suele ser "apego", pero en realidad esa palabra va mucho más allá e implica "engancharse a la experiencia", como el pez que muerde el anzuelo. También se utiliza para hacer referencia a una "carga", la carga que a menudo se esconde detrás de nuestros pensamientos, palabras y acciones, esa carga que nos empuja a reaccionar impulsivamente.
Shenpa también es un impulso. De hecho, podemos experimentarlo y reconocerlo fácilmente. Es ese momento en el que experimentamos un deseo irrefrenable de fumar un cigarrillo o comer un dulce. El impulso de tomar una copa más, aunque sepamos que ya nos hemos pasado. O de escupir nuestra rabia y frustración contra alguien.
El mecanismo psicológico que nos hace morder el anzuelo una y otra vezCuando surge un impulso, normalmente se produce una pausa en la que decidimos si darle rienda suelta o contenerlo. Sin embargo, cuando caemos en un estado shenpa ese impulso crece sin control, hasta que ya no podemos contenerlo. Es como si no lográramos deshacernos de la experiencia que lo originó y las emociones que generó, nos quedamos aferrados al anzuelo que nos ha tirado el mundo, aunque seamos conscientes de que esa actitud nos daña o hiere a los demás.
En práctica, la situación en la que nos hemos sumergido genera olas continuas e intensas que impiden que la mente se aquiete y asuma la distancia psicológica necesaria para contener el impulso. El ego comienza a tomar el control, se produce un estrechamiento involuntario de la conciencia, perdemos la perspectiva y sentimos como va creciendo la ansiedad.
.u57ae1a6ba1e8ef038d1fab3e8b887a4a, .u57ae1a6ba1e8ef038d1fab3e8b887a4a .postImageUrl, .u57ae1a6ba1e8ef038d1fab3e8b887a4a .centered-text-area { min-height: 80px; position: relative; } .u57ae1a6ba1e8ef038d1fab3e8b887a4a, .u57ae1a6ba1e8ef038d1fab3e8b887a4a:hover, .u57ae1a6ba1e8ef038d1fab3e8b887a4a:visited, .u57ae1a6ba1e8ef038d1fab3e8b887a4a:active { border:0!important; } .u57ae1a6ba1e8ef038d1fab3e8b887a4a .clearfix:after { content: ""; display: table; clear: both; } .u57ae1a6ba1e8ef038d1fab3e8b887a4a { display: block; transition: background-color 250ms; webkit-transition: background-color 250ms; width: 100%; opacity: 0.6; transition: opacity 250ms; webkit-transition: opacity 250ms; background-color: #E67E22; box-shadow: 0 1px 2px rgba(0, 0, 0, 0.17); -moz-box-shadow: 0 1px 2px rgba(0, 0, 0, 0.17); -o-box-shadow: 0 1px 2px rgba(0, 0, 0, 0.17); -webkit-box-shadow: 0 1px 2px rgba(0, 0, 0, 0.17); } .u57ae1a6ba1e8ef038d1fab3e8b887a4a:active, .u57ae1a6ba1e8ef038d1fab3e8b887a4a:hover { opacity: 1; transition: opacity 250ms; webkit-transition: opacity 250ms; background-color: #D35400; } .u57ae1a6ba1e8ef038d1fab3e8b887a4a .centered-text-area { width: 100%; position: relative; } .u57ae1a6ba1e8ef038d1fab3e8b887a4a .ctaText { border-bottom: 0 solid #fff; color: #ECF0F1; font-size: 16px; font-weight: bold; margin: 0; padding: 0; text-decoration: underline; } .u57ae1a6ba1e8ef038d1fab3e8b887a4a .postTitle { color: #2C3E50; font-size: 16px; font-weight: 600; margin: 0; padding: 0; width: 100%; } .u57ae1a6ba1e8ef038d1fab3e8b887a4a .ctaButton { background-color: #D35400!important; color: #ECF0F1; border: none; border-radius: 3px; box-shadow: none; font-size: 14px; font-weight: bold; line-height: 26px; moz-border-radius: 3px; text-align: center; text-decoration: none; text-shadow: none; width: 80px; min-height: 80px; background: url(https://www.grandespymes.com.ar/wp-content/plugins/intelly-related-posts/assets/images/simple-arrow.png)no-repeat; position: absolute; right: 0; top: 0; } .u57ae1a6ba1e8ef038d1fab3e8b887a4a:hover .ctaButton { background-color: #E67E22!important; } .u57ae1a6ba1e8ef038d1fab3e8b887a4a .centered-text { display: table; height: 80px; padding-left: 18px; top: 0; } .u57ae1a6ba1e8ef038d1fab3e8b887a4a .u57ae1a6ba1e8ef038d1fab3e8b887a4a-content { display: table-cell; margin: 0; padding: 0; padding-right: 108px; position: relative; vertical-align: middle; width: 100%; } .u57ae1a6ba1e8ef038d1fab3e8b887a4a:after { content: ""; display: block; clear: both; } Lectura relacionada El momento de la VerdadEntonces experimentamos la urgencia de movernos en la dirección que nos marca ese impulso, no solo para responder a la situación que lo originó sino para intentar calmar las emociones desagradables. Y es que cuando sentimos una ligera incomodidad, inquietud o incluso aburrimiento, en vez de identificar esas sensaciones, observarlas y dejarlas ir, sin hacer nada para sacárnoslas de encima cuanto antes, buscamos calmantes como la comida, el trabajo, las compras compulsivas, la droga, el sexo, el alcohol o incluso las quejas o los reproches, pensando que eso eliminará nuestra incomodidad.
Cuando ese mecanismo se perpetúa terminamos cayendo en una espiral negativa que nos hace sucumbir cada vez más rápido a la ira, los antojos y los malos hábitos. Simplemente nos dejamos llevar y comenzamos a vivir en piloto automático, sin darnos cuenta de que eso nos daña.
Las 4R para superar el shenpaPara superar el shenpa necesitamos mantener una atención plena y una conexión profunda con nosotros mismos. Esta labor requiere una comunicación constante y, sobre todo, saber escucharnos, prestar atención a lo que nuestro "yo" quiere decirnos.
Tenemos que aprender a distinguir esos espacios de cambio, como las pausas que se producen en la música o el momento entre una inspiración y espiración. Cuando tomamos conciencia de esas pequeñas ventanas de tiempo tenemos el poder para cambiar el curso de los acontecimientos, las relaciones y nuestro estado interior. Cuando aprendemos a detenemos antes de que explote la ira, de ese pensamiento que genera el ataque de ansiedad o de la tentación que nos lleva a lanzarnos sobre un cigarrillo o el chocolate, podemos curar viejos patrones y cambiar la forma en que vivimos.
Chödrön nos da las pistas para superar el estado shenpa:
Por supuesto, no podemos restaurar la paz interior de la noche a la mañana. Necesitamos ser pacientes, compasivos y perseverantes. Debemos ser conscientes de que no siempre lo haremos bien. Podemos superar algunas pruebas, pero fallaremos en otras. El shenpa nos irá indicando capas cada vez más profundas en nuestro interior que demandan atención y curación.
Por eso, este proceso de búsqueda interior debe ir marcado por la amabilidad hacia nosotros mismos y la autoempatía. Sin esas cualidades, sentiremos cada intento por refrenar el shenpa como una camisa de fuerza, de la que intentaremos liberarnos, para morder de nuevo el anzuelo.
"Mientras estemos acostumbrados a necesitar algo a lo que aferrarnos, siempre sentiremos este retumbar de fondo de leve malestar o inquietud que nos empujará al shenpa", escribió Chödrön.
Fuente: https://rinconpsicologia.com/shenpa-que-significa-budismo-tibetano/