La fotógrafa Dianne Hofner Saphiere, que creció entre las granjas del Alto Medio Oeste de EE. UU.,  recuerda una variedad de aves coloridas y activas. Pasó horas durante los inviernos de su infancia, con el patio cubierto de nieve, fascinada por los pájaros en el comedero que su padre montó fuera de la ventana del comedor familiar; comieron juntos,  las aves y la familia. Las aves de todos los colores disfrutaron mucho de la semilla que la familia los preparó. 

Al mudarse a México, Dianne estaba encantada de encontrar muchas de las mismas aves que había llegado a amar en su Wisconsin natal: arrendajos,  tiranos, reyezuelos. Muchos de ellos emigran al sur durante el invierno, saludándola como amigos perdidos hace mucho tiempo. Las lagunas y esteros de la costa donde vive también están llenos de aves acuáticas y tropicales de todo tipo: grullas, garzas, garcetas, ibis. 

Si bien el trabajo fotográfico de Dianne históricamente se ha centrado en escenas culturales urbanas y rurales, encuentra una enorme tranquilidad y emoción al fotografiar la vida silvestre. “Algunos días salgo a caminar con mi cámara y los pájaros son muy tímidos. Otros días, juro que posan para mi cámara, bailan, muestran un pez que han capturado, me suplican que capture su destreza y belleza. Algunos días juro que un pájaro vuela a mi alrededor, pidiéndome que lo fotografíe, mientras que otras veces simplemente se van volando”, relata. 

Durante la pandemia de COVID-19, Dianne encontró un consuelo especial con estas aves. Parecían tan felices de que hubiera menos gente en la ciudad, menos contaminación del aire y del agua a medida que la gente se refugiaba en el interior; los pájaros pudieron reclamar su hogar, y Dianne estaba encantada de registrar sus payasadas. 

La fotografía de Dianne está a la venta a través de su página de Facebook: Thru Di's Eyes Photography (https://www.facebook.com/ThruDisEyes) o puede contactarla a través de Instagram (https://www.instagram.com/thrudiseyes/).