Gales, que remontó al favorito Bélgica en Lille (3-1), se metió este viernes por primera vez en su historia en semifinales de grandes torneos y ahora su estrella Gareth Bale se cita con el Portugal de Cristiano Ronaldo, a la espera del vibrante clásico de cuartos de la Eurocopa-2016 con sabor a final Alemania-Italia.

Empujados por más de 100.000 hinchas que llegaron a Lille, cerca de la frontera de Bélgica, con 12.000 en las tribunas, los Diablos Rojos arrancaron con todo y se pusieron en ventaja con un balazo de Radja Nainggolan (13), pero los Dragones jamás abandonaron su plan, controlaron sus nervios y terminaron dando vuelta la historia con un cabezazo de Ashley Williams (30) y un golazo con pisada dentro del corazón del área del centrodelantero Hal Robson-Kanu (55). El ingresado Sam Vokes (85) desató la fiesta total en Lille y Cardiff, al matar el pleito y el sueño de Bélgica de regresar a semifinales de Eurocopa 36 años después.

Bale esta vez no fue decisivo en el estadio Pierre-Mauroy, donde Eden Hazard, que regresaba a la tierra en la que explotó, se fue diluyendo como toda esta generación dorada que podría terminar sin corona, desperdiciando la magia de De Bruyne, Lukaku, Courtois y compañía.

Los galeses, que disputaban por primera vez una fase final de Eurocopa, superaron la barrera de cuartos de final que había alcanzado aquel equipo del Mundial 1958, que chocó en Suecia con el Brasil de Pelé, pero ahora querrán seguir haciendo historia el miércoles en Lyon frente a Cristiano Ronaldo y Portugal por el boleto en la gran final del 10 de julio en Saint Denis. Será un Bale-Cristiano explosivo, entre los amigos del Real Madrid que hace menos de un mes levantaron la Champions en Milán.

- Clásico con sabor a final -

Por el otro lado del cuadro, el sábado hay un imperdible Alemania-Italia en Burdeos por el tercer boleto en semifinales. La Mannschaft, vigente campeona mundial, buscará la 'vendetta' ante Italia, que tiene literalmente de hijos a los germanos: en ocho choques en fase final de grandes eventos, jamás vencieron a la Azzurra (5 en Copa del Mundo y 3 en Eurocopas), con el último recuerdo del triunfo de la Squadra Azzurra en semis de la edición 2012 (2-1 con doblete de Mario Balotelli).

"Somos conscientes de que históricamente tuvimos problemas contra ellos. Somos profesionales y más allá de las estadísticas sabemos que somos capaces. Queremos ser campeones", señaló Mesut Özil este viernes.

El rival de ese vencedor saldrá del ganador del choque a priori desparejo entre el anfitrión Francia, con Griezmann, Payet y Pogba, contra el bloque islandés que llega entonado tras hacer historia con su triunfo 2-1 en octavos ante Inglaterra.

Los islandeses son la gran sorpresa del torneo. Su país de 330 mil habitantes se ha vaciado y estiman que hay entre 10.000 y 50.000 hinchas que viajaron a París, a la espera de otra sorpresa. Pero los galos están alertados.

"Es un poco el Leicester (campeón inglés) de la Eurocopa. Se merecen estar aquí. En las eliminatorias, mostraron que podían derrotar a los equipos grandes como Holanda y República Checa", advirtió lateral Bacary Sagna en Clairefontaine.

- Cantona bromea, Del Bosque no tanto -

"Yo Eric Cantona, potencial futuro seleccionador de Inglaterra". La exleyenda del Manchester United se autopropuso en un video tomar las riendas de la selección inglesa tras el fracaso de los Pross. El también actor desdramatiza un poco el fútbol, aunque otros no se ríen para nada.

Es el caso del ya exseleccionador español Vicente del Bosque, quien arremetió contra el excapitán de la Roja Iker Casillas por su supuesta mala actitud con el cuerpo técnico tras ser suplente en la Eurocopa, lo que generó mucho revuelo en su tierra.

"Con los jugadores ha estado bien, correcto, pero con el cuerpo técnico así, así...", reveló Del Bosque en radio, dinamitando una relación que le había dado a España Copa del Mundo (2010) y Eurocopa (2012).

Por otra parte, los dos hinchas ingleses gravemente heridos el 11 de junio, al margen del partido Inglaterra-Rusia por la primera fase de la Eurocopa-2016, abandonaron el hospital, pese a que seguían graves, para ser repatriados al Reino Unido.