Las banderas reemplazaron ayer a los pañuelos blancos tradicionales en la procesión de la Virgen del Carmen, que culminó cuando el Presidente Sebastián Piñera le ofrendó una bandera chilena a la Patrona del país, del mismo modo como lo hizo Pedro Montt cuando se cumplieron 100 años de la independencia.

Unas 30 mil personas participaron a lo largo de todo el recorrido que se inició en la Plaza de Armas, frente a la Catedral, donde el arzobispo de Santiago, Francisco Javier Errázuriz, proclamó el Día de Oración por Chile", instituido en 1971, por la Conferencia Episcopal.

Posteriormente, en la Plaza de la Constitución, fueron bendecidas las banderas llevadas por escolares y adultos mayores de la Fundación Las Rosas.

Finalmente volvió la Virgen a la Catedral, donde el Mandatario, quien había llegado pocas horas antes desde Estados Unidos, presentó el emblema nacional a la imagen de la Virgen, pidiendo por los próximos 100 años de nuestro país, tal como lo hizo para el centenario el entonces Presidente, Pedro Montt.

Un rol especial correspondió a la Primera Dama, Cecilia Morel, quien es "camarera" de la Virgen, por lo que escoltó en todo momento la imagen, portando un gran escapulario con su imagen.

La fiesta religiosa se realiza en el último domingo de septiembre y recoge una tradición que data de 1647, cuando cada 16 de julio se llevaba a la Virgen de la Catedral hasta Alameda. Posteriormente, debido al crudo invierno la fecha se fue desplazando hasta llegar al inicio de la primavera.