Una Nueva Zelanda de récord parte como clara favorita en el Rugby Championship que se comenzará a disputar el sábado y en el que Argentina espera seguir creciendo y aspira a conseguir su primer triunfo en una competición que disputa desde hace dos años.

Los All Blacks, vigentes campeones del mundo y de la competición, buscarán en su primer partido en Sídney contra Australia conseguir una nueva marca mundial de 18 victorias seguidas.

Los neozelandeses, tras la victoria 36-13 ante Inglaterra en su último test match de junio, han igualado el registro de 17 triunfos seguidos que ya consiguieron en 1965-1969 y que igualaron los Springboks entre 1997 y 1998.

Los imbatibles Kiwis no prueban a que sabe la derrota desde su visita a Inglaterra en Twickenham allá por diciembre de 2012 y no han perdido un solo partido en las dos últimas campañas del Cuatro Naciones, en el que también está Sudáfrica, que recibirá el sábado en Pretoria a Argentina con motivo de la primera fecha.

Pero este año los australianos tienen la sensación de que ha llegado su momento. Los Wallabies esperan recuperar la Copa Bledisloe, que se juegan dentro del torneo en su doble enfrentamiento contra sus vecinos.

El trofeo que determina la supremacía en el rugby de Oceanía está en manos neozelandesas desde hace 11 años.

La victoria (33-32) de los Waratahs de Nueva Gales del Sur en la trepidante final del Super XV frente a los Crusaders de Canterbury ha dado a los aficionados Wallabies un plus de optimismo.

Los del jersey de oro, dirigidos por el técnico Ewen McKenzie, han ganado también sus siete test matches, incluida una serie demoledora de tres duelos ante Francia en junio.

"La Copa Bledisloe es el trofeo más importante que disputamos a parte del Mundial", aseguró este jueves el seleccionador All Black Steve Hansen.

"No afrontamos este test de manera diferente porque sea el 18º, simplemente se trata de ganar", añadió el técnico.

"Han dominado durante un tiempo y no van a renunciar a ese control así como así. Tenemos que salir a ganar. Tenemos que hacerlo todo bien", señaló McKenzie a la prensa.

- La esperada primera victoria Argentina -

En el bando contrario a los All Blacks están los Pumas, que en sus 12 partidos en la competición lo más que han sacado es un empate en 2012.

Los cinco partidos de preparación disputados antes del torneo se solventaron con resultados dispares.

Con equipos experimentales, Argentina perdió ante el vigente campeón del Seis Naciones, Irlanda, (29-17 y 23-17) y contra Escocia (21-19) en los tres duelos jugados en junio en Argentina.

Pero los Pumas se reforzaron con los jugadores que se desempeñan en Europa y mostraron una mejor cara ante el Grenoble.

Los argentinos se impusieron 44-21 y 56-22 al equipo de la primera categoría de Francia justo antes de viajar a Sudáfrica.

Argentina ha cambiado de entrenador y capitán desde que perdiera todos los partidos ante Sudáfrica, Australia y Nueva Zelanda en el pasado Rugby Championship.

Daniel Hourcade ha tomado las riendas de la selección en lugar del exinternacional Santiago Phelan y el hooker Agustín Creevy sustituyó a Juan Martín Fernández Lobbe como líder en el campo.

"Los jugadores han tenido una muy buena preparación y confiamos en lo que pueden llegar a dar dentro de la cancha. El equipo esta muy bien, concentrado y esperamos que el sábado puedan tener un gran partido", afirmó este jueves Hourcade cuando dio la alineación que saldrá en el primer duelo ante Sudáfrica.

Los Springboks por su parte cuentan con varias bajas, como la del medio scrum titular Forie Du Preez, que se lesionó el tobillo en un test contra Escocia y se perderá lo que resta de año.

Pero, sí podrá contar con el centro y capitán Jean De Villiers, al que una lesión de rodilla impidió disputar los test matches de mitad de año que los sudafricanos saldaron con dos victorias ante Gales y otra ante Escocia.