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Bolivia pidió el jueves a Brasil que ayude a levantar un bloqueo que un grupo de vecinos realiza en un poblado fronterizo, en protesta por la detención de un brasileño, acusado por la policía boliviana de ser un secuestrador.
El corte afecta a dos neurálgicos puentes que unen a Cobija (Pando), ciudad fronteriza del norte de Bolivia con Epitaciolandia (Acre), en el lado brasileño.
La detención, ocurrida el 11 de febrero, ha desatado una polémica sobre si las autoridades bolivianas traspasaron la frontera a territorio brasileño para apresarlo, como lo reclamó Brasilia vía diplomática.
"Hago un llamado público a autoridades brasileñas: no puede ser que 10 personas en un puente y cinco personas en otro puente internacional estén bloqueando la circulación de mercancía, el comercio, perjudicando a la gente, defendiendo a un delincuente", dijo en rueda de prensa Carlos Romero, ministro de Gobierno (Interior).
De acuerdo con la versión oficial, el brasileño Sebastião Nogueira do Nascimento, fue apresado en Cobija, territorio boliviano. La policía de Bolivia lo ubica como cabecilla de una banda de secuestradores "que ha provocado terror en la población".
No obstante, la embajada de Brasil en La Paz presentó recientemente un reclamo asegurando que Bolivia violó su soberanía con esa detención.
Reportes de la prensa brasileña, señalan que los manifestantes son familiares y cercanos del detenido.
Dilma Nogueira, hermana del implicado, aseguró que los policías bolivianos incluso entraron a su casa para llevarse a Sebastião, citó el portal de noticias G1.
Romero insistió el jueves que la versión brasileña no tiene asidero, pues Nogueira "fue interceptado en la ciudad de Cobija".
Bolivia y Brasil comparten una porosa frontera común de 3.133 kilómetros que va desde la Amazonia hasta el Chaco, en la que el escaso control la hace vulnerable al narcotráfico y la delincuencia común.