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La empresa de energía eléctrica Eneva, creada por el brasileño Eike Batista y actualmente controlada por la alemana E.ON, anunció el miércoles que solicitó a la justicia protección contra la quiebra tras no llegar a un acuerdo con sus acreedores.
"La decisión tiene por objetivo preservar condiciones de caja adecuadas para la continuidad de las actividades de la compañía, que ha presentado una evolución continuada en sus indicadores operacionales", señaló en un comunicado.
Antigua MPX y parte del extinto imperio de Eike Batista, Eneva asumió su nuevo nombre en septiembre de 2013 después de que la alemana E.ON asumiera el control accionario (43%). Batista aún mantiene una participación de 20%.
La empresa tiene una deuda de 2.330 millones de reales (8.900 millones de dólares) y solicitó la protección judicial luego de que "el acuerdo que mantuvo hasta el pasado 21 de noviembre con los bancos detentores de su deuda no fue renovado".
Si la justicia de Rio de Janeiro aprueba el pedido, tendrá 60 días para presentar un plan de recuperación.
"Antes de decidir por la medida judicial, la compañía implementó medidas para reforzar su estructura", como la inyección de capital y el recorte de gastos, señaló el comunicado.
Eneva opera siete usinas termoeléctricas -genera 2, 4 GW- y factura más de 2.000 millones de reales (770 millones de dólares) al año, según cifras de la empresa.
Es la cuarta empresa creada por Batista que se acoge a la protección judicial: la petrolera OGX (hoy Ogpar), la minera MMX y OSX de construcción naval ya lo hicieron, después del derrumbe del imperio de Batista, que llegó a ser el hombre más rico de Brasil y octavo del mundo, con una fortuna que llegó a los 30.000 millones de dólares.
El brasileño enfrenta en la justicia una acusación de manipular el mercado de valores mediante el uso indebido de información privilegiada al vender acciones de su compañía el año pasado.