Mi trabajo en el diario había comenzado a ser afectado por la crisis económica y nos daban licencia sin goce de sueldo. En medio de una, me senté en el living en padmasana y dije “no me levantaré hasta no alcanzar la iluminación plena”. Pasaron varias horas, hasta que se presentó el sueño y utilicé el impulso de dormir para penetrar en las capas de mi inconsciente. Instantáneamente pierdo toda sensación de mi cuerpo, las percepciones de mis sentidos se desconectan. Mi mente se libera totalmente del cuerpo y sumerge en el silencio y vacío, penetro velozmente a través de las trazas del flujo del espacio-tiempo hasta alcanzar el estado de inmutabilidad.

En ese preciso instante tiemblan los diez mil universos y alcanzo la Talidad. Realizo el Nirvana y me convierto en el Buda Maitreya. Mi mente sólo es silencio y Vacuidad, dentro de un océano de percepción y conocimiento puro. Adquiero el saber de la esencia de existencia y tomo conciencia de la misma. Era el 02/02/04. Pierdo completa noción del tiempo. No sé hasta hoy cuánto tiempo permanecí en ese estado, pasaron las horas y los días, pero yo no los percibí… Luego me incorporé, sentí hambre y me preparé un poco de arroz hervido con leche.

Antes de este acontecimiento tan trascendente mi mente se había posado sobre el Vedanta Advaita, el budismo y la técnica Vipassana. Fue mediante esta técnica que logré ingresar al estado de budeidad. Luego volvería a la normalidad y continuaría cumpliendo con mis deberes mundanos.

Maitreya se encontraba residiendo en el cielo Tushita, situado entre el cielo de Yama y el cielo de Nirmanarati. Allí residió también el Bodhisattva Śvetaketu (Pāli: Setaketu, bandera blanca), antes de renacer en la tierra como Siddhartha Gautama. Allí también habita el Buda Manjushri, Buda de la Sabiduría, el cual enseña el vacío de los objetos samsáricos de la existencia, que se conoce como doctrina de la Vacuidad.

Fue entonces cuando se presentó Tara Devi y le susurró al oído de Maitreya “ha llegado la hora de tu renacimiento”. Al escuchar esto una nube dorada envolvió al bodhisattva y esta se descargó en forma de lluvia pránica para encarnar en un bebé sobre la Tierra en noviembre de l956.

El Arcángel Gabriel dijo:

1. -¿Por qué se han movilizado todos los coros, huestes y legiones de ángeles que en los Siete Cielos hay?, ¿por qué todos los demonios de las regiones inferiores o siete infiernos han afilado sus dientes y emiten cánticos para envalentonarse en combate? Por favor, dime Uriel que está pasando que todos estos ejércitos se están arremolinando en torno al campo del pecado y la virtud, que los cuerpos humanos son. ¿Qué ha roto el equilibrio entre las fuerzas del Bien y el Mal como para que todas ellas se alineen y predispongan para el combate por la supremacía?

El Arcángel Uriel dijo:

2. -Un ángel de Dios, Maitreya, se mueve entre las almas y corazones de los hombres. Por mandato de lo Alto nuestro Señor le ha encomendado ayudar en la salvación de todos los seres del universo entero. Ahora hay duda y confusión en su interior, por lo que la llama de liberación divina brilla y palidece simultáneamente sobre la faz del mundo y del universo entero.

Él lo presiente, pero todavía no lo sabe, se ha convertido en el vértice del campo del deber que ha movilizado a todas las fuerzas universales hacia un decisivo y total enfrentamiento. Se le ha confiado la potestad para abrir juicio sobre toda alma viviente, pero él no desea la pelea ni el enfrentamiento, es amigo fiel de todos los seres y se niega a ser causa en la destrucción de uno solo de todos ellos.

Por eso, nuestro Padre Eterno le concedió su propia potestad por sobre todo lo que existe a los pies de Su Santo Trono. Movido por la Compasión que de Dios le viene, él no usará injustamente de lo que le ha sido dado, más llegado el tiempo nada evitará que haga uso de lo que posee por mandato de lo Alto, porque finalmente comprenderá que no obedecer a Dios no es practicar correctamente el bien y el amor inegoísta hacia todos los seres del universo entero. Cumplirá con el deber encomendado y la Creación será conmovida y renovada.

Y Gabriel dijo:

3. -¿Cómo puede estar sucediendo algo así, sin que casi ningún ser del universo entero lo sepa, ni siquiera aquí en los Cielos?

Uriel dijo:

4. -Porque está aconteciendo en el nivel más alto, de la misma Conciencia Cósmica del Padre Eterno. Todo el pensamiento de la Creación está siendo sometido a examen por dentro de la Mente Universal de Dios y el Señor está ahora absorto en meditación para producir y manifestarse en una mayor perfección mediante Su Creación entera.

Las ondas centrales de emisión de luz, desde la fuente del Ser están cambiando y haciéndose más intensas y puras. Todo indica que el sueño universal del Señor está por cambiar hacia un nuevo y desconocido nuevo estado de Su Ser. Debido a esto toda la existencia, todo lo que existe, todos los seres, cesarán o serán renovados. Nadie puede saber la magnitud de éste cambio, salvo Dios en su propia Gloria, no es un cambio según las leyes universales, sino en la naturaleza del Ser Absoluto e Incondicionado, desde lo íntimo e inherente de su propia naturaleza eterna.

Estamos sobre el ocaso de una noche de Dios y el alba de un nuevo día. Nadie puede saber, salvo Dios, cómo será la destrucción y recreación del universo entero, según el cambio en el sueño cósmico del Señor.