El obispo auxiliar de la diócesis local, Enrique Díaz Díaz, dijo que el nuevo sentido de la tarea evangelizadora de la Iglesia busca transformar estructuras injustas y opresoras, en servicio y convivencia fraterna. En su mensaje de fin de semana, Monseñor Enrique Díaz retomó la liturgia dominical y explicó que el mandato que recibieron los primeros discípulos de Jesús para evangelizar, tiene como tarea primera hacer más humana y digna la vida de las personas. "Busca transformar las estructuras injustas y opresoras, en servicio y convivencia fraterna. Por eso está muy claro el primer mandato y señal que nos propone Jesús arrojar demonios en su nombre" explicó. Pero al igual que los primeros discípulos de ayer, "el anuncio de la buena noticia va acompañado de signos liberadores. Si no hay signos que nos hagan sentir y experimentar realmente el evangelio, éste pierde su identidad, se desvirtúa y deja de ser noticia". Explicó que para los cristianos es imprescindible experimentar la liberación para transmitir a otros el anuncio de Jesús, "porque demonios hay, y muchos, en nuestro mundo, por ejemplo la corrupción, la venta de personas, la mentira, el engaño, la ambición". Finalmente, monseñor Díaz Díaz explicó que la "ascensión del Señor", fiesta que celebra la iglesia católica este domingo, "es una nueva presencia de Jesús en medio de nosotros que despierta la esperanza.