La caída de 17.8 por ciento de la inversión productiva registrada en abril es una muestra del impacto por la contracción del mercado doméstico, en pedidos desde el exterior, y resultado de la contingencia sanitaria por la influenza A H1N1. En su Reacción Institucional, la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), expuso que la caída de la inversión productiva es la más profunda desde noviembre pasado, justo cuando comenzó su ciclo descendente. "Tal y como lo comentamos, el retroceso de 4.0 por ciento reportado en marzo no anticipaba, en modo alguno, un cambio en la tendencia de inversión productiva. El resultado de abril lo confirma, así como el desempeño de los dos componentes de dicho indicador". De esa forma, señaló, los recursos que destinaron las empresas para adquirir tecnología que les permita modernizar sus activos productivos cerraron el mes "con una impresionante caída de 30.3 por ciento", respecto al mismo mes del año anterior. "Esto significa que se ha pospuesto la ampliación o reposición de activos productivos", precisó el organismo industrial que preside Salomón Presburger Slovic. Mencionó también que la inversión en construcción cayó 8.5 por ciento, "confirmando la debilidad prevaleciente en el sector", y la reconsideración de la mayor parte de aquellos proyectos que buscaban ampliar la capacidad productiva de las empresas instaladas en el país.