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Las heridas que el antiguo portavoz de la Casa Blanca James Brady sufrió en 1981, en el atentado fallido contra el entonces presidente de EEUU Ronald Reagan, fueron consideradas este viernes como las causas de su muerte, por lo que ésta se calificó de homicidio, señaló la Policía.
Brady, que falleció a los 73 años este lunes "tras una serie de quebrantos de su salud", según informó la familia, recibió un disparo en la cabeza durante un intento de asesinato fallido contra Reagan. Sus heridas lo dejaron con daño cerebral y en silla de ruedas desde entonces.
Tras su muerte, "se hizo una autopsia y se reveló que la causa de la muerte fue una herida por disparo y sus consecuencias, y la causa del fallecimiento fue calificada como homicidio", señaló un comunicado de la Policía Metropolitana de Washington.
La Policía, la Fiscalía General de Estados Unidos y el FBI están ahora revisando el caso, según informó el comunicado.
Durante el atentado frustrado también resultaron heridas otras tres personas, entre ellas el propio Reagan.
Exsecretario de prensa de la Casa Blanca, cuyas heridas lo forzaron a dejar este cargo, Brady pasó el resto de sus días trabajando por leyes más estrictas sobre tenencia de armas en Estados Unidos, principalmente a través de un grupo que pasó a llamarse la Campaña Brady.
El atacante, John Hinckley, actualmente de 59 años, fue declarado no culpable del ataque debido a que se alegó demencia y fue trasladado desde ese entonces a una institución psiquiátrica en Washington.