Inicio de campañas políticas. Antecedente olvido e ingratitud

El sábado próximo pasado dio inicio la carrera electoral para el relevo de la LX Legislatura del Congreso de la Unión, la cual dio inicio el primero de septiembre y concluirá el día 31 de agosto; el IFE y los partidos políticos enviaron sus respectivos promocionales a las empresas televisoras y radiofónicas, en su caso, y ante lagunas de ajuste, las televisoras cumplieron de manera maliciosa con lo que los obliga la reforma electoral; el domingo los spots políticos se trasmitieron en bloque interrumpiendo partidos de futbol, programas infantiles, barras hasta por cuatro minutos, al inicio de la trasmisión de los promocionales aparece una cortina donde se pide disculpas por las molestias ya que los promocionales son transmitidos por orden del Instituto Federal Electoral. El revuelo no se hizo esperar y el IFE emitió un boletín donde acusa a las televisoras de falta de respeto a las instituciones al agrupar los promocionales en un solo bloque, causando la molestia del teleauditorio.

A decir verdad el protagonizado por Jesús Ortega está ridículamente aborrecible; y efectivamente la trasmisión en bloques de duración de varios minutos causa un efecto de agobio y total rechazo, muy contrario al efecto para el cual sesudamente están diseñados por las empresas de márquetin político.

En Coyuca de Benítez la ciudadanía espera con ansia la visita de Mario Moreno Arcos, precandidato del Partido Revolucionario Institucional por el Séptimo Distrito Electoral; los coyuquenses están agradecidos de que el ex presidente de Chilpancingo y también ex diputado federal por la misma curul por la que hoy contiende, se digne nuevamente a representarlos en el Congreso de la Unión; solamente le pedirán humildemente que en Coyuca de Benítez inicie su campaña en alguna comunidad, colonia, calle o persona donde se encuentre la huella de una obra o gestoría realizada durante la LIX Legislatura, donde fungió como diputado federal.

Los coyuquenses parecen haberse acostumbrado a la mala vida y al maltrato político de los olvidadizos candidatos, quienes un día u otro piden su apoyo para representarlos en el congreso local o federal; ¡jamás regresan!, por momento y a conveniencia son todo oído y muestran el rostro amable del político siempre sonriente y dispuesto, pero que apenas dejan de tener la necesidad del apoyo del electorado, desaparecen, sino para siempre, sí hasta el momento en que Coyuca representa nuevamente el botín electoral que los llevará a percibir la sinecura del sueldo legislativo.

Los hagiógrafos políticos pueden dar cuenta de la enorme lista de personajes que un día de manera paternal acariciaron la testa del pueblo, prometiendo el pronto regreso y mostrar la benignidad de su labor en las alturas políticas; chasco completo, en ocasiones su patricia memoria no tiene cavidad para el insulso y aburrido hecho de recordar nombres y caras borroneadas del recuerdo por la simple y llana condición humanan a la que llamamos ingratitud.

El juvenil Evodio Velázquez, mediante una serie de piruetas y malabares es diputado por el XVI Distrito Local, al menos se dejó ver en el aniversario luctuoso del General Diego Álvarez Benítez, cosa que jamás hizo su antecesora, quien de una vez para siempre, apenas respiró los bienaventurados aires del palacio legislativo, se olvidó de Coyuca y los coyuquenses, he de jurar que por el momento se me escurre de la memoria el nombre de la ex diputada y he tenido que echar mano del archivo personal para traer a este escrito el remoto y olvidado nombre de Lourdes Ramírez Terán.

Al parecer nuevamente, como ayer y hoy, la incipiente campaña política tendrá el mismo aderezo, los partidos grandes, léase: PRI, PRD, preparan sus nuevas listas de precandidatos; nuevas en el sentido textual, pero en esencia, los mismos viejos nombres de siempre darán la batalla; posiblemente una de las variantes radique en el hecho de que el tiempo los ha hecho concebir “hijos políticos” en edad de merecer: hijos e hijas, incluso sobrinos y ahijadas, cuyo mérito absoluto radica precisamente en ese parentesco con Briareos de la política y mediante ese parentesco buscarán estar a la cabeza de las listas, birlando los derechos de un sinnúmero de militantes con capacidad, liderazgo y trabajo.

Por hoy, Coyuca y los coyuquenses necesitan el trato serio de un municipio que ha cumplido la mayoría de edad, sus autoridades y representantes populares deben entender que merece mejor trato que el del botín que significa el erario público, no más la empresa particular del presidente en turno, como ha sucedido en los últimos años. Es tiempo de replantear los métodos de la obra pública que ha terminado por convertirse en una nueva forma de cacicazgo económico, a consta de la calidad y empobrecimiento de la construcción en detrimento de los coyuquenses.