Al menos diez civiles murieron y más de 50 resultaron heridos este viernes en un tiroteo entre el Ejército paquistaní y el indio en la frontera entre los dos países, anunciaron las autoridades.

Seis civiles paquistaníes perdieron la vida cerca de la ciudad de Sialkot, en la provincia de Punyab, y cuatro indios murieron en la zona de Cachemira administrada por India, según los balances proporcionados por mandos militares de los dos países.

Según un comunicado del Ejército paquistaní, 46 personas, entre ellas 22 mujeres, sufrieron heridas del lado paquistaní de la frontera al ser alcanzadas por la noche por disparos indios. Las autoridades indias informaron inicialmente de tres civiles muertos.

Como de costumbre, cada país acusó al otro de haber comenzado los enfrentamientos que, según un mando militar paquistaní que pidió el anonimato, continuaban este viernes por la mañana.

India y Pakistán libraron tres guerras desde agosto de 1947, cuando se crearon los dos Estados como consecuencia de la partición de la India británica. Dos de las contiendas bélicas fueron por el control de la región Himalaya y estratégica de Cachemira. Los dos países firmaron un alto el fuego en 2003, pero se acusan mutuamente de violarlo.

En julio pasado, el primer ministro indio, Narendra Modi, y su homólogo paquistaní, Nawaz Sharif, retomaron el diálogo, pero desde entonces ha habido tiroteos entre los ejércitos de los dos países en la línea de control y en una parte de la provincia paquistaní de Punyab.

Un encuentro previsto el domingo y el lunes entre responsables de seguridad de los países se canceló en el último momento el pasado fin de semana por discrepancias sobre la agenda: Pakistán quería tratar el tema de Cachemira e India el "terrorismo".

Pakistán reivindica la parte india de Cachemira, invocando que la mayoría de la población es de confesión musulmana, y mantiene relaciones con los líderes regionales, lo que irrita a India, que lo considera una injerencia en sus asuntos internos.

Nueva Delhi acusa por su parte a Islamabad de orquestar infiltraciones de yihadistas en su territorio y critica la incapacidad de su vecino para juzgar a Zaki ur-Rehman Lakhvi, el presunto artífice de los atentados de Bombay (166 muertos, en 2008), liberado recientemente bajo fianza.