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Con una ofrenda floral, depositada en el monolito erigido en su honor en el cementerio de Portbou, España, se clausuró el III Coloquio Internacional Walter Benjamin “Memoria y humanismo, antídotos de la barbarie”, celebrado del 23 al 25 de septiembre. El ciclo, que en está ocasión coincidió con el 71 aniversario luctuoso de la muerte del filósofo alemán, acaecida el 27 de septiembre de 1940, propuso un análisis crítico de su obra con la finalidad de formular relecturas que ayuden a una mejor comprensión de su legado, así como a agudizar los análisis sobre la contemporaneidad. El coloquio propuso estudiar la memoria y el humanismo en la obra de Benjamín, desde diferentes perspectivas intelectuales como el arte, la historia, la filosofía, la literatura y la sociología. Joana Ortega, vicepresidenta del gobierno Catalán, anunció durante la clausura la próxima inauguración del “Spai Memorial Walter Benjamin”, que prevé sea un centro memorial de referencia internacional. Entre los usos que tendrá el edificio destacan un centro de documentación, sala de lectura y una biblioteca del exilio y de Walter Benjamin, entre otros. Walter Benjamin nació el 15 de julio de 1892 en Berlín, Alemania, en el seno de una familia acaudalada, pero a causa de su judaísmo experimentó sentimientos de marginación y rechazo en su época de universitario. Durante esa época se acercó al pensamiento idealista de Kant y a la dialéctica de Hegel, publicando sus primeros ensayos en la revista juvenil “Der Anfang” (El comienzo). En 1917, emprende un viaje a Suiza para estudiar en la Universidad de Berna, donde se graduó en 1919 con una tesis titulada “El concepto de la crítica artística en el romanticismo alemán”. Una vez de regreso en Berlín, realizó una traducción de los “Tableaux parisiens”, de Baudelaire e inició el proyecto para la fundación de una revista que llevaría por nombre “Angelus Novus”, sin embargo no se concretó. En 1922, Benjamin publicó en “Neu deutsche Beiträge” (Nuevos mensajes alemanes) un ensayo sobre “Las afinidades electivas” de Goethe, y entre 1923 y 1925 empezó a trabajar en su obra más amplia, un ensayo sobre “Los orígenes del drama barroco alemán” (Ursprung des deutschen Trauerspiels). Dicha obra constituye un ejemplo del método especulativo del autor, que no se limita a la meditación de temas clásicos de la filosofía. Más adelante, presentó solicitud para ingresar como profesor a la Universidad de Frankfurt, Alemania, sin embargo fue rechazado debido a su procedencia judía. Iniciando, tras este incidente una numerosa colaboración en diarios y revistas que le dio la oportunidad de viajar por Europa. Ideológicamente, se acercó al comunismo y a partir de entonces el concepto marxista de enajenación, ocupó un lugar esencial en su obra. Entre 1926 y 1927, emprendió un viaje a Moscú, debido a la muerte de su padre, y para 1928 publicó “Ursprung des deutschen Trauerspiels” y un tomo de reflexiones y ensayos breves titulado “Einhabnstrasse” (Calle de un solo sentido). Cuando Adolfo Hitler tomó el mando de Alemania (1933), Benjamin emigró a París, enfrentándose a una época difícil, hasta que finalmente el Instituto de Estudios Sociales de Frankfurt, entidad emigrada, le dio el nombramiento de miembro y le permitió publicar en su revista. Ya no pudo volver a Alemania, pues el régimen fascista se lo impedía, por lo cual se vinculó a la denominada Escuela de Frankfurt, con Theodor Adorno y Max Horkheimer. Debido al precario sueldo que percibía por ello, Walter decidió aislarse física y socialmente, decidiendo no salir de casa. La invasión nazi de Francia lo sorprendió en el país, donde trabajaba en el texto que consideraba el resultado de toda su labor “Paris, die Hauptstadt des XIX Jahrhunderts” (París, la capital del siglo XIX). El 14 de junio de 1940, Benjamin decidió hacer caso a las recomendaciones de dejar Europa que qué sus amigos le hacían y con un grupo de antifascistas se trasladó a España con la finalidad de embarcar, desde ahí, a Estados Unidos donde le esperaba Adorno. El 27 de septiembre de 1940, bajo circunstancias aún no aclaradas, Walter Benjamin falleció, después de que el grupo de judíos con el que viajaba fue interceptado por paramilitares franquistas. Se cree que debido a que uno de los paramilitares amenazó a los fugitivos con entregarlos a los nazis, decidió suicidarse ingiriendo morfina. Al día siguiente se le permitió continuar su camino al resto del grupo, probablemente a consecuencia del suicidio de Benjamin. Sus amigos pagaron al alquiler de una sepultura durante cinco años, pero posterior a esta fecha no han sido hallados sus restos y actualmente en el pueblo español de Portbou, lugar de su deceso, hay un monolito en su honor. En 1955, se publicó una colección de dos tomos con los escritos de Benjamin, dirigida por Adorno, a quien se debe principalmente la difusión de la obra del autor. Respecto a las misteriosas circunstancias de su muerte, David Mauss realizó el documental “Who killed Walter Benjamin” (¿Quién mató a Walter Benjamin?), donde sostiene la tesis de que fue asesinado por los fascistas. Stuart Jeffnes, en un artículo publicado por “The observer”, el 8 de julio de 2003, titulado “Did Stalin killers liquidate Walter Benjamin?” (¿Los asesinos de Stalin, terminaron con Walter Banjamin?), afirma que Benjamin fue asesinado por agentes secretos estalinistas.