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La Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), en coordinación con las unidades médicas del IMSS, impulsa en todo el país sus ferias de salud para prevenir y combatir el sobreprecio y la obesidad, que afecta a 72 por ciento de la clase trabajadora. El dirigente nacional de esa central obrera, Isaías González Cuevas, precisó que ese programa de orientación y salud pública se suma a las Jornadas Preventivas de Consumo Excesivo de Alcohol iniciadas el 6 de junio pasado conjuntamente con empresarios y los centros de Integración Juvenil en toda la República. Dijo que a la fecha, la CROC es la única organización sindical en el país que tiene en marcha 16 diferentes programas sociales destinados a mejorar la salud y calidad de vida de los trabajadores y sus familias. González Cuevas destacó aquellas acciones preventivas contra la violencia intrafamiliar, educación, capacitación, promoción del deporte y atención médica para evitar o controlar problemas de hipertensión arterial y aumento de la glucosa que degeneren en diabetes. Informó que se suscribió un acuerdo con el sistema Preven-IMSS para dar un nuevo impulso a las ferias de salud a fin de enfrentar el creciente problema de la obesidad que deteriora y acorta la vida de los trabajadores y que también afecta la productividad de las empresas. Precisó que estas jornadas médicas tienen como finalidad orientar a los padres de familia en la compra y elaboración de alimentos para una buena nutrición y que sus hijos adopten hábitos alimenticios sanos para su adecuado desarrollo físico y mental. El también diputado federal hizo énfasis en que las organizaciones sindicales con compromiso social no pueden quedarse impávidas ante el grave problema de salud pública de obesidad ya presente en 40 por ciento de los niños menores de 12 años y en 72 por ciento de la población adulta. “Nosotros contribuimos con estas jornadas de salud, pero a la vez exigimos del gobierno federal acciones más concretas para combatir esa pandemia”, subrayó. De acuerdo con la encuesta ingreso-gasto del Inegi, dijo, el consumo per cápita de refrescos en México aumentó de 152 a 160 litros en los últimos cinco años, lo que significa que una familia trabajadora destina nueve por ciento de sus ingresos a comprar esas bebidas y jugos enlatados que elevan la glucosa del cuerpo y provocan obesidad. Investigaciones de especialistas del Instituto de Nutrición “Salvador Zubirán” señalan que por los malos hábitos alimenticios México ocupa el primer lugar mundial en consumo de refrescos y segundo en obesidad. Destacan que beber 350 mililitros de aguas carbonatadas por día o consumir cotidianamente 100 gramos de frituras aumenta el peso corporal 1.5 kilogramos cada 30 días, situación que se agudiza si la persona no realiza ninguna actividad física, que es el caso de 97 por ciento de los mexicanos.