Las cuotas de mercado por tipo de producto se reparten de la siguiente manera: un 60% para la ropa, el 36% para el rubro del calzado y un 4% para los accesorios.

En la actualidad, el sector ruso de la moda se caracteriza por una ralentización del crecimiento. Esta circunstancia se debe, fundamentalmente, a la saturación de todos los segmentos del mercado local, la alta competitividad y la coyuntura económica general en el país, que tiende a niveles de crecimiento mucho más moderados que en temporadas anteriores.

El segmento más desarrollado es el de moda femenina, que concentra un 60% de las ventas. A su vez, se trata del ámbito más saturado y con más competidores. La moda de hombre, por su parte, supone un 23% de las ventas, un nivel que permanece prácticamente constante desde 2009 a pesar del número, cada vez más elevado, de campañas promocionales. Mientras, la partida de ropa infantil ha crecido un 21% en tasa interanual para acaparar un 17% de las ventas. Las previsiones apuntan a una continuación de su trayectoria alcista gracias, entre otros aspectos, a una mayor natalidad y un incremento de la especialización de la oferta -con más marcas y variedad de precios-. Por último, destaca el crecimiento de la moda deportiva, con un repunte de entre el 7% y el 8%, consecuencia de un mayor surtido y de la entrada de los grandes competidores mundiales del sector.