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La reforma administrativa del gobierno federal contribuye a reconstruir el tejido social, aseguró el subsecretario de la Secretaría de la Función Pública (SFP), Uriel Márquez Carrasco. Al dictar la conferencia magistral “Los principios éticos de la Función Pública”, indicó que al simplificar, dar transparencia y reorganizar los procesos públicos del gobierno en torno al ciudadano se cierran espacios para la corrupción. Ante estudiantes de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) comentó que con menos reglas se genera un tejido social más fuerte y cohesionado, lo que impide que la delincuencia penetre en la sociedad. En un comunicado, el funcionario destacó que la reforma administrativa consistió en eliminar 47 por ciento de normas y 33 por ciento de trámites del gobierno federal, lo que se tradujo en 65 mil millones de pesos en ahorros. En paralelo con la reforma administrativa, expuso, la SFP impulsa la medición del desempeño, la honestidad, la ética y la cero tolerancia a la corrupción, como ejes del trabajo de los servidores públicos. Dijo el uso de las Tecnologías de Información se ha incrementado como un factor que pretende eliminar las posibilidades de colusión entre ciudadanos y servidores públicos. Márquez Carrasco remarcó que ahora con el uso de la Firma Electrónica en trámites y procesos del gobierno, se brinda agilidad y certeza jurídica, al tiempo que destacó que las acciones del gobierno han dado resultados visibles. El subsecretario de la Función Pública resaltó que de acuerdo con la encuesta de Transparencia Mexicana 2011 la corrupción en trámites federales disminuyó 30 por ciento. Refirió que los primeros resultados del impacto real en los ciudadanos, se reflejan en la encuesta de satisfacción ciudadana, donde se califican más de 400 trámites y servicios que ofrece el gobierno. Dicho ejercicio de opinión, explicó, arrojó en 2010 una calificación promedio de 8.5, en tanto que en 2011 el promedio fue de 9.1 puntos. No obstante, el funcionario reconoció que aún hay retos que enfrenta la dependencia a la que pertenece, pues el desarrollo de México exige gobiernos honestos, eficaces y austeros, que atiendan las necesidades de los ciudadanos.