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Es importante saber algunas cosas que se han de tener en cuenta a la hora de correr
Si alguien está tan alto de peso, que le cuesta excesivamente ponerse a correr, debería de saber en ese caso, que siempre es mejor caminar, ya habrá tiempo en el futuro para ir más rápido. Esto sucede de la misma forma que a la hora de comer, no se empieza por el yogur y se termina por la sopa, todo lleva un orden lógico.
Una buena forma de evitar la rutina cuando se corre, es cambiar con relativa frecuencia el recorrido que se hace, y si no existe la posibilidad de modificar el circuito habitual, al menos, hay que procurar hacer variantes del mismo, simplemente, se trata de ejercitar un poco la imaginación y seguro que surgen nuevas alternativas que permiten el mayor disfrute posible de la actividad física que se realiza.
No cabe duda alguna que quien hace deporte con relativa frecuencia, aunque tan solo sea a nivel aficionado, es decir, si entrar en diverso tipo de competiciones, tiene que tomarse muy en serio las lesiones, y en ocasiones no queda más remedio que parar. Sin embargo, en algunas ocasiones no hay que confundirlas con los lamentos de las piernas, que en determinados momentos son un poquitín quejicas con respecto al dolor (puede que las tengamos algo mal acostumbradas) y en este sentido, no hay que hacerles demasiado caso y seguir adelante. Lo que en el kilómetro 5 era un músculo dolorido que crujía a cada paso y pedía casi a gritos parar, en el kilómetro 10, se quedó en una simple molestia, y en el 15, ya ni se acuerda uno que hubo algún momento de dolor.
Una buena forma de evitar la rutina cuando se corre, es cambiar con relativa frecuencia el recorrido que se hace
Si se corre durante un día excesivamente caluroso, y se llevan ya varios kilómetros recorridos, es muy probable que los ojos empiecen a picar ¡tranquilos! el nervio óptico está perfecto, a la vista no le ocurre nada, tan solo es la sal del sudor que deslizándose por la frente ha penetrado en la orbita ocular irritando el ojo, nada que con un poco de agua limpia y fresca no pueda solucionarse, aunque si lo que se hace es frotar los ojos de formas compulsiva, al final lo único que se logrará es acabar con ellos totalmente irritados.
Por muy grande que sea la distancia recorrida un determinado día, incluso cuando se mejora la propia marca personal, y por muy extenuado que se pueda llegar al final del trayecto, el pensamiento que debe de estar siempre presente, aunque no sea de forma inmediata (hay veces que uno termina tan cansado, que piensa en que jamás volverá a correr, afortunadamente eso dura muy poco tiempo), es meterse en la cabeza, el objetivo de mejorar para la próxima vez la marca conseguida, aunque tan solo sea recorrer un metro más.