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Los gobiernos de México, Guatemala, El Salvador y Honduras, acordaron enfrentar el problema migratorio en un marco de corresponsabilidad y sin recriminaciones, pues ese flagelo no inició ni es exclusivo del país, afirmó el subsecretario para América Latina y el Caribe de la SRE, Rubén Beltrán Guerrero. En rueda de prensa, el funcionario de la cancillería resaltó que se trata de un problema regional, cuyo principal enemigo es el crimen organizado transnacional. Aclaró que México no tiene una política de Estado antiinmigrante. “México no es un Arizona, despenalizó hace tres años la migración indocumentada. En todos los países hay células criminales, hay detenidos porque han participado en esos trabajos. (La migración) no es un fenómeno mexicano, es un fenómeno regional”, Además “esto (el problema migratorio) no es sólo responsabilidad de México, es responsabilidad de todos. Ya basta, porque es muy sencillo de jugar para la tribuna nacional y echar las culpas nacionalmente de que los males son de México”, enfatizó el funcionario. Al precisar que en la solución de ese flagelo se debe pasar de las recriminaciones a las acciones, porque este fenómeno “no se va a parar”, Beltrán dijo que México no niega que hay asaltos, extorsiones, vejaciones e incluso secuestros”. “Queremos ver arrestos en otros países, queremos ver desmantelamientos de células de crimen organizado y eso va a traer lugar a que vayamos actuando todos a disminuir los incidentes”, dijo. “Queremos ver arrestos en algunas otras regiones”, porque el fenómeno migratorio “no se va a parar, los mexicanos sabemos muy bien que tiene una multiplicidad de cauces y no se va a parar, lo que podemos hacer los países es administrar ese fenómeno con respeto a los derechos humanos de los migrantes”, añadió el subsecretario. Informó que la delegación de México que viajó a Guatemala y El Salvador e irá a Honduras no lo hizo ni lo hará para rendir cuentas o dar informes de ninguna investigación respecto al tema migratorio, sino para impulsar una agenda de diálogo y cooperación. A su regreso del aeropuerto de San Salvador, a donde viajó junto al comisionado del Instituto Nacional de Migración, Salvador Beltrán del Río, y el ministro Enrique Rojo, el subsecretario destacó que las células de crimen organizado no están en México, sino en esas y otras naciones centroamericanas. Recordó que en agosto pasado México impulsó una estrategia específica para la protección de los migrantes, tras los hechos suscitados en San Fernando, Tamaulipas, donde fueron asesinados 72 migrantes centroamericanos. Posteriormente convocó en octubre pasado a una reunión ministerial en la que participaron 17 países, se acordaron 21 puntos para solucionar el problema migratorio, para lo cual se conformó el Grupo de Atención y Seguridad sobre Seguridad con Centroamérica. Ante las peticiones de las autoridades centroamericanas de dar respuesta al secuestro de migrantes en México, recordó que los 21 puntos no son de cumplimiento obligatorio para México, sino para las 17 naciones bajo un esquema de corresponsabilidad. “La crisis de Navidad nos llevó a entrar de manera urgente con estos países, principalmente los que tienen mayor número de migrantes hacia nuestra nación, los del llamado Triángulo Norte, compuesto con Guatemala, El Salvador y Honduras”, informó. Resaltó que si bien la delegación aceptó que “están pasando cosas en México, se preguntó dónde estamos todos trabajando en el seno, porque el crimen que se realiza de manera lamentable en nuestro país, empezó fuera de territorio nacional”. Esto es, añadió, “los enganchadores, las células del crimen organizado están en Honduras, están en El Salvador y están en Guatemala”. El subsecretario de la SRE refirió que cuando se habla de crimen organizado trasnacional se cree que detrás de él necesariamente están los granes cárteles de la droga; “no es necesario, a veces se trata de grupos de maras o pandillas que están interconectados y que van enganchando a migrantes y los llevan a México”. Entonces “el crimen empieza afuera del territorio nacional, que es un crimen a todas luces transnacional. Entonces tomamos la decisión, tomamos la iniciativa de decir: pasemos de las recriminaciones a las acciones”. De tal suerte que las 17 naciones al firmar los 21 puntos se comprometieron a crear fiscalías especializadas, y campañas de prevención, esquemas de resguardo de los derechos humanos, puntualizó.