La obsesión del Madrid es amarrar a su crack para evitar que haya culebrones con su futuro a partir de ya. La gran obsesión de Florentino Pérez pasa por dejar atada la renovación y ampliación de contrato de Cristiano Ronaldo cuanto antes. A priori no hay prisa porque su vinculación con el club blanco expira el 30 de junio del 2016, pero el Madrid sabe que el contrato de Cristiano se está quedando desfasado y que hay dos clubs en Europa dispuestos a ofercerle ser el jugador mejor pagado del mundo. Se abirieron los primeros contactos hace semanas y Florentino ha hablado con el jugador en Estados Unidos, pero las dos partes se han tomado un respiro porque las cantidades que se barajan son mareantes y el club blanco no está en disposición de pagarlas. Eso, por ahora.

Todo comenzó la pasada campaña cuando se rumoreó con insistencia sobre una posible oferta del Manchester City a Cristiano Ronaldo. El flirteo entre las dos partes existió, pero Cristiano no quería abandonar el Madrid porque confía en su proyecto deportivo. Con Mourinho en el banquillo, el luso cree que este equipo tiene camino por recorrer, pero sabe que algún día podría aceptar alguna de estas tentadoras ofertas. Y el Madrid también lo tiene claro.

Cristiano cobra en la actualidad doce millones de euros netos por temporada, algo que el Madrid no tiene problemas para pagar amparado en la famosa `Ley Beckham¿ por la que tributa mucho menos. Al Madrid, el coste bruto del jugador le sale por 18 millones de euros, una cifra asumible en estos momentos.

El agente de Cristiano, Jorge Mendes, le recomendó a Florentino ampliarle el contrato a Cristiano y comenzaron a hablar. Las dos partes tienen claro que su rendimiento es óptimo y el jugador parece que se conformaría con cobrar 15 millones de euros netos. El gran problema es que la tributación cambia y esos 15 millones de sueldo neto, al Madrid le costarían más de 30 millones de euros al año, una cifra que, hoy por hoy, Florentino Pérez no ve claro pagar.

El presidente madridista se ha comprometido a analizar el asunto y está buscando fórmulas, pero sabe que no le queda otro remedio. Por eso, Florentino está muy interesado en colocar a Kaká en el mercado para rebajar de forma brutal el coste de fichas de la plantilla. Un adiós definitivo del brasileño podría significar la renovación de Cristiano, aunque las cosas no están nada claras.

El jugador portugués ha tranquilizado al Madrid y no tiene prisa, aunque su agente, Jorge Mendes, lleva tiendo sondenando el mercado por si acaso. Y, en estos momentos, hay dos clubs que estarían dispuestos a mejorar esos 15 millones de euros netos que le ofrece el Madrid. Sería el PSG y el Manchester City, que también pagarían un alto precio por el traspaso. Florentino lo sabe y entiende que el madridismo no puede perder a su estrella, pero Mendes y Cristiano juegan otro partido.

FUENTE: sport.es