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Mucho había oído hablar de la serie de ciencia ficción que Joss Whedon creó y dirigió durante 2002 y 2003, la llamada 'Firefly', y casi todas las palabras eran elogios y cumplidos para esta singular space opera . Así pues, al ser Whedon el artífice de una de mis películas favoritas de todos los tiempos (esa en la que se reúnen unos tipos muy variopintos, seguro que sabéis a cuál me refiero), me dispuse a ver, con ganas y ciertas expectativas, de qué era capaz en el formato televisivo, terreno donde comenzó con 'Buffy Cazavampiros' (la cual no he visto). Y sin llegar a maravillarme ni convertirse en una de mis series favoritas, 'Firefly' me ha gustado bastante, sin llegar a ser pretenciosa ni grandilocuente, pero teniendo un "algo" que hacía que disfrutara mucho las aventuras (o más bien desventuras) a bordo de la Serenity. No es perfecta, y tiene fallos (uno, pese a todo lo perdonable, muy importante), pero que no os tire para atrás: si sois fan de la ciencia ficción no os podéis perder este western espacial.
Lo primero que debéis saber sobre 'Firefly' es que lo más importante en ella son los personajes. La serie es eso, no mucho más. Y eso es algo que Whedon lo lleva en la sangre, por lo que en ese aspecto poco se le puede reprochar. Pero hablemos de eso más adelante, y dejemos claro, desde un principio, por qué la serie no me llena totalmente y cuál es ese importante problema. Como ya he dicho, todo gira en torno a los tripulantes de la nave y su desarrollo en menor o mayor medida, pero, aparte de eso, existe una severa y preocupante ausencia de tramas. Durante los catorce episodios que dura la serie, veremos a nuestros contrabandistas moverse por situaciones peligrosas, pero todas con una resolución al final de cada episodio. Puede que más adelante encontremos reminiscencias de una aventura pasada, o la aparición de un personaje que se lo puso difícil al capitán Malcolm Reynolds y los suyos, pero poco más. Todo se queda en "el negocio turbio del día" acercándose la producción a lo procedimental, aunque con el atractivo de la ambientación y el abanico de protagonistas. No tengo nada en contra de este estilo, siempre y cuando se trate bien y no llegue a cansar, y por supuesto si tiene una trama potente de fondo que haga que quiera seguir. Y 'Firefly' no la tiene. Y la pide a gritos. Whedon, intenta solucionar esto con el misterio sobre River, pero es algo que se explota y desarrolla tan poco que pasa sin pena ni gloria por la Serenity. Y estoy seguro de que el guionista y director tenía en mente desarrollarlo bastante más en la segunda temporada, pero el show, lamentablemente, fue cancelado, y la solución fue una película en 2005 (de la que hablaré en la próxima entrega de 'Mini Críticas').
El Capitán Mal Reynolds, lo mejor de 'Firefly'Pero bueno, si me quejo de que no hay grandes tramas, algo que es muy importante en una serie (al menos para mí), ¿cómo es que me ha gustado tanto? No es muy difícil de adivinar, y lo vuelvo a repetir: los personajes. Como ya he dicho, en eso se basa la serie, es lo único que podría hacer que nos atrape mínimamente. Y vaya si lo consigue. Whedon los podrá desarrollar más o menos, pero consigue que todos los viajeros de la Serenity nos agraden y nos caigan bien (excepto Jayne, a ése ni agua). La dinámica conseguida entre todos es estupenda, haciendo que realmente creamos que, más que una tripulación, son una familia, que vive en su casa, la Serenity, y esto es lo que atrae y gusta tanto de la serie. Me encanta ver cómo se meten en el siguiente lío, y más me gusta ver cómo salen del mismo. Y es por eso que me hubiera encantado verlos en una gran trama, en un peligro verdaderamente acojonante y épico. ¿Veis por qué me parece un problemón lo comentado en el primer párrafo? La serie lo pide a gritos, y sus personajes también. Y el que grita con más fuerza es el mencionado Malcolm Reynolds (Nathan Fillion). Por favor, que este tío no haya tenido una gran misión es algo que lo hace un poco desaprovechado (vuelvo a referirme a la película, 'Serenity', donde de nuevo se le pone un parche a esta espinita). Es por ello que, posiblemente, el 1x08 sea mi episodio favorito, siendo el que más se acerca a un momento épico para Mal, y donde más se le define, donde más comprendemos su relación para con su tripulación y, por qué no decirlo, con la propia nave. Aparte de ello, Mal nos ganará desde el primer episodio y lo seguirá haciendo gracias a su forma de ser. Es el capitán y motor de la nave, alguien a quien todos le tienen un profundo respeto, pero se permiten lanzarle pullas cuando lo creen conveniente, y éste no es menos borde y burlesco con todos. Lo que decía, se consigue un dinamismo entre los personajes y sus relaciones bestial. Y para rematar tenemos una trama amorosa entre él e Inara (Morena Baccarin), que nunca llega a explotar y que tiene al espectador en vilo dada su gigantesca química.
Respecto a la parte interpretativa, el que más brilla, como no podía ser de otra forma es Nathan Fillion, respaldándose en el resto del casting que, si bien no se merecen ningún premio también están lejos de dejar un mal trabajo. Quienes más fallan en este aspecto son Sean Maher (el Doctor Simon) y Adam Baldwin (Jayne Cobb); son los que menos convencen en su faceta interpretativa.
Otro atractivo y punto a favor para la serie es su ambientación de western espacial. Diría que es más un western que una space opera. En 'Firefly' la cosa no va de explorar planetas y razas alienígenas como los protagonistas de 'Star Trek'. Aquí la cosa va de hacer negocios y salir vivos de los mismos como se pueda. Además, los escenarios no son nada del otro mundo; la mayoría de las veces nos encontraremos con páramos desiertos cuando los personajes no estén en la nave, algo que supongo que aligeraría el presupuesto de la producción, pero que también le viene bien para transmitir ese estilo de film del viejo oeste. La banda sonora también ayuda (capitaneada por un pegadizo tema principal), pues si cerramos los ojos y nos dedicamos a escuchar unos acordes por aquí y otros por allá nos dará la sensación de que la Serenity se ha desvanecido y en su lugar tenemos a un vaquero cabalgando por el desierto en plena puesta de sol. Pocas veces se saldrá del tono para ofrecernos algo más de ciencia ficción, y muchas veces será lo único que oiremos, mientras vemos a la Serenity "navegar" en silencio por la inmensidad del universo. Porque eso de que todo lo que ocurra en el espacio lo haga sin sonido es todo un detallazo, acostumbrados a que todas las trifulcas ocurridas ahí afuera en la ficción sea una ensalada de ruidos de disparos y explosiones. Algo que popularizó mítica pero erróneamente 'Star Wars' (no os equivoquéis, no es una queja).
En cuanto a los efectos especiales, la serie no ha envejecido muy bien. Pero, ¿a quién diablos le importa? Esta serie no busca el espectáculo, al menos no el visual.
La trama de River es el intento por hacer algo mayor en 'Firefly', pero no se explota lo suficiente
En conclusión, si por algo me ha gustado tanto 'Firefly' ha sido por Malcolm Reynolds y los componentes de su tripulación, ni más ni menos. El verles en aprietos y problemas es muy divertido dada la dinámica que ejercen todos. Pero lo dicho, me hubiera gustado que hubiera sido algo más, y estoy seguro de que eso se hubiera solucionado en su segunda temporada, que se encontrará en el limbo o en la cabeza de Joss Whedon. Una lástima que no dejaran que la Serenity siguiera surcando el espacio, pues seguro que la producción hubiera desplegado todo su potencial.
Lo mejor
-Malcolm Reynolds.
-El resto de personajes.
-La ambientación de western, que le queda como un guante.
Lo peor
-Ausencia de grandes tramas.