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De la mano de Emanuel Villa y Christian Giménez, así como de Guillermo Ochoa y Miguel Layún, como los mejores aliados cementeros, Cruz Azul sumó su segunda victoria consecutiva sobre América, al vencerlo 0-2, en el cierre de la fecha 10 del Clausura 2011.
Los goles de la victoria fueron obra de ‘ Tito’ Villa a los minutos 16 y 19. Con este resultado, los celestes llegaron a 18 unidades en el tercer sitio del Grupo 3, en tanto que los americanistas se quedaron con 16 en el primer escalón del Grupo 2.
El partido no pintaba mal para los locales, habían generado la primera de peligro en un disparo del argentino Daniel Montenegro que Julio César Domínguez tapó, sin embargo, esa falla del guardameta inclinó por completo la balanza a favor de La Máquina.
Un remate del argentino Emanuel Villa, a centro por izquierda de su compatriota Christian 'Chaco' Giménez con la total incapacidad de Layún para cortarlo, le botó un poco antes a Ochoa, quien no atacó bien el esférico y se le escapó para terminar con el cero en el marcador, al minuto 16.
Esta anotación fue un duro golpe para los de casa, ya que solo tres minutos después vieron como su meta era nuevamente perforada en una jugada en la que una vez más Layún tuvo que ver al permitir un centro del Chaco al que Villa tuvo que dar un paso atrás para prender un zurdazo impresionante al ángulo y poner el 0-2.
Con el daño ya hecho y una pesada losa de dos goles en contra, los de casa buscaron reaccionar, remar contra corriente, y en la recta final de la primera parte empujaron en propio terreno a los visitantes, quienes también retrasaron un poco las líneas para buscar el contragolpe.
Pese a tener mucho tiempo el esférico en sus pies, la falta de idea futbolística de los azulcremas fue evidente y solo un disparo de larga distancia del uruguayo Nicolás Olivera, que se estrelló en la base del poste izquierdo, inquietó a Jesús Corona.
Conscientes que necesitaban acortar distancias lo antes posible, las Águilas se fueron con todo al frente en el inicio de la segunda parte y cerca estuvieron de acortar distancias en un cabezazo de Vicente Matías Vuoso, que Fausto Pinto salvó en la línea.
Los celestes lograron apaciguar los ánimos de su rival, sabían muy bien que no necesitaban mucho para mantener la ventaja y se dedicaron a sobrellevar las acciones, pese a los movimientos de Reinoso por hacer funcionar a su equipo.
La cordura que mostró el Maestro al sacar a Layún la perdió cuando ordenó el ingreso de Daniel Márquez y la salida del Rolfi, cambios que nunca le funcionaron y que sólo terminaron por hundir al equipo en un mar de confusiones que fueron el colofón de una derrota, la primera dentro de los tres clásicos que debe enfrentar esta campaña.
AGENCIAS