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I el paso de los años es cada vez un lastre más pesado, el defensa Rafael Márquez se ilusiona en llegar a la selección mexicana de futbol como si fuera la primera vez y “amenazó” estar en el Tricolor “hasta que el cuerpo aguante”. El próximo sábado jugaría Márquez, el defensa más grande que ha tenido el futbol mexicano por sus logros en el Barcelona, su partido número cien vestido con el uniforme tricolor. “No sé, la verdad no llevo la cuenta”, dijo. Pero a él no le importan los números, si va a llegar a cien encuentros con la selección, si se convertirá en el octavo jugador en acumular esa cifra, sólo importa “la ilusión de representar a mi país”. Y a sus 32 años de edad y los 15 últimos en el máximo nivel competitivo futbolístico, es obvio que ya no tiene las mismas fuerzas de aquel mozuelo, pero no desiste del Tricolor. “Hasta que mi cuerpo ya no dé más, estaré aquí”. Sabe que está en la recta final de la cuenta regresiva del adiós, porque dice ilusionado permanecer tres años más, pero luego corrige al pensar en dos años más, como si viera a su cuerpo que le dice un “ya basta”. Y después de estar en las Copas del Mundo Corea-Japón 2002, Alemania 2006 y Sudáfrica 2010, se emociona con soñar en la de Brasil 2014, y sabe que no la tiene fácil ante el empuje de los jóvenes. “Debo ir paso a paso”. Por eso el cambio de club, de salir del Barcelona e ir a los Red Bulls de Nueva York de la MLS, forma parte de un plan, de su plan, de jugar su cuarto mundial. “Con la actividad que tengo ahora puedo rendir más estos años”. Pero también sabe que la exigencia es mayor y por eso indicó: “Dependiendo de cómo esté el cuerpo y la mente”.