Globedia.com

×
×

Error de autenticación

Ha habido un problema a la hora de conectarse a la red social. Por favor intentalo de nuevo

Si el problema persiste, nos lo puedes decir AQUÍ

×
cross

Suscribete para recibir las noticias más relevantes

×
Recibir alertas

¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Jaferlui escriba una noticia?

Cumple tu propia misión

20/09/2009 17:40 0 Comentarios Lectura: ( palabras)

Cada uno tiene la suya, no puedes hacer lo de otro

Había una vez -en algún lugar, en cualquier lugar; y en un tiempo, cualquier tiempo -, un hermoso jardín, con manzanos, naranjos, perales y bellísimos rosales, todos ellos felices y satisfechos.

Todo era alegría en el jardín, salvo por uno de los árboles el cual estaba profundamente triste.

El pobre tenía un problema: no sabía quién era y eso lo hacía tremendamente infeliz.

- Te falta concentración y nada más – le dijo el manzano, - Si realmente lo intentas, podrás tener sabrosísimas manzanas-. -¿Ves qué fácil es?

-No lo escuches...-, exigía el rosal. -Es más sencillo tener rosas.. - ¿Ves qué bellas son?

- Ay Dios mío, qué ignorancia – dijo un capulí-, solo decídete de una vez por todas a producir estos dulcísimos capulíes…

Y el árbol, desesperado, intentaba todo lo que le sugerían, y como no lograba ser como los demás, se sentía cada vez más frustrado, triste…

Un día llegó hasta el jardín el búho, la más sabia de las aves, y al ver la desesperación del árbol, le dijo: -No te preocupes, tu problema no es tan grave, es el mismo de muchísimos seres sobre la tierra. Yo te daré la solución-:

-¡No dediques tu vida a ser como los demás quieran que seas. Sé tu mismo, conócete, y para lograrlo, escucha tu voz interior!-.

Después el búho desapareció.

-¿Mi voz interior?... ¿Ser yo mismo?... ¿Conocerme?... - Se preguntaba el árbol, desesperado, ... ¡CUANDO DE PRONTO, COMPRENDIÓ!

Y cerrando los ojos y los oídos, abrió el corazón, por fin pudo escuchar su voz interior diciéndole: -Tú jamás darás manzanas porque no eres un manzano, ni florecerás cada primavera, porque no eres un rosal, no darás capulíes porque no eres un capulí, eres un roble! y tu misión es crecer grande y majestuoso. Dar cobijo a las aves, sombra a los viajeros, belleza al paisaje... Tienes una misión: ¡Cúmplela! No puedes tratar de cumplir la misión de otro, cumple la tuya..

Y el árbol se sintió fuerte y seguro de si mismo, y se dispuso a ser todo aquello para lo cual estaba destinado.

Así, pronto llenó su espacio y fue admirado y respetado por todos. Y sólo entonces el jardín fue completamente feliz.

Yo me pregunto, al ver a mi alrededor, -¿Cuántos serán robles que no se permiten a si mismos crecer?....

¿Cuántos serán rosales que, por miedo al reto, sólo dan espinas?.... ¿Cuántos, naranjos que no saben florecer?

Amigo lector, cada uno de nosotros tenemos una misión específica y no podemos pretender con éxito inmiscuirnos en el destino de otra persona. Haz tu trabajo y no pretendas hacer el de otra persona, puedes ayudar, aconsejar, sugerir, pero no pretendas hacer el trabajo de otro. Solo así serás fuerte, grande, poderoso en lo tuyo...


Sobre esta noticia

Autor:
Jaferlui (116 noticias)
Visitas:
10989
Tipo:
Opinión
Licencia:
Creative Commons License
¿Problemas con esta noticia?
×
Denunciar esta noticia por

Denunciar

Comentarios

Aún no hay comentarios en esta noticia.