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En días pasados, el priismo coyuquense se dio cita en conocido centro de diversiones cuyo nombre responde al artículo posesivo que más se emplea para pregonar la posesión o dominio de una propiedad. La cita fue en torno de la figura del ex presidente municipal Alberto de los Santos
En días pasados, el priismo coyuquense se dio cita en conocido centro de diversiones cuyo nombre responde al artículo posesivo que más se emplea para pregonar la posesión o dominio de una propiedad. La cita fue en torno de la figura del ex presidente municipal Alberto de los Santos Díaz, cuál número de años cumplidos en dicha fecha, sólo a él corresponde divulgar.
Efectivamente, Alberto de los Santo cumplió años y, como buen político no desaprovechó la oportunidad de realizar un acto donde confluyeron los vértices donde se anudan los hilos del priismo en el municipio; más una buena dosis de pueblo de las localidades aledañas a la cabecera municipal a quienes se les vio rondar el centro coyuquense desde muy temprano.
Betín como se le conoce coloquialmente, es un personaje decididamente agradable, saludó a todo “mundo”, muy de acuerdo, a la percepción del peso especifico que asigna a cada individuo que dedica parte de su tiempo al quehacer político; sabe palmear espaldas y mirar de frente, sin cargar en la mirada la buena dosis de orgullo y superioridad que todos los políticos de cierto nivel esconden en el filón del ego, donde pretenden que nadie pueda atisbar.
Es un hombre, que bien pudiera conquistar “el mundo“, hablamos del “mundo” particular que cada quien se dispone a asediar cuando las metas trazadas son las del poder. Tiene méritos, pero como todo individuo, también deméritos; algunos de estos menoscabos, no necesita más dejarlos por el camino, bultos que pesan, le pesaron y le seguirán pesando, si piensa en un nuevo arribo a la presidencia municipal. Betín puede incursionar o reconquistar la “tierra” conocida de muchas maneras: Puede ser un pirata de estratagemas que esconde sus armas y sus despojos, productos de otras batallas y toma en razón del desacierto perenne de la actual administración; la ciudadanía coyuquense, dentro año y meses (sino antes) buscará con desesperación al mesías homínido politicón que salve al municipio de su desgracia; pero también puede llegar como general, un general de estrategias dispuesto a empeñar las prendas del honor, la lealtad y la honradez, darle al a Coyuca de Benítez, tanto o más, como él ha sido favorecido en lo personal.
En el cumple años de Betín contó con la presencia de Mario Moreno y Ricardo Moreno, hermanos diputados, el siempre agradable Celestino Bailón, Marco Antonio Leyva, Héctor Astudillo, quien departió y tomó fotografías con quienes se lo solicitaron. Hablando de Héctor Astudillo, diremos que en su aventura fallida por coronarse con la gubernatura, obtuvo muchos, pero muchos más votos en su derrota que, los que ahora obtuvo el PRI en su triunfo del cinco de julio; digamos con esto que la historia aún está por escribirse, el hecho proditorio en contra de Armando Chavarría reacomodará los cimientos perredistas y, algunos, con este hecho execrable, tratarán de llevar agua a su molino.
Abe palmear espaldas y mirar de frente, sin cargar
Seguramente Héctor Astudillo guarda encendida en su corazón una flamita a Casa Guerrero, la esperanza es lo último que muere, pero en esta ocasión tendría que enfrentarse al monstruo político, ungido de triunfos e invencibilidad en que se convirtió Manuel Añorve; Manuel Añorve, para bien o para mal es un ganador, santo de las causas imposibles, creemos que en esa cabeza suya que lo distingue se encuentran todas las mañas que los Maquiavelos guerrerenses y foráneos puedan acumular
La calidad, cantidad y poder de los visitantes distinguidos que acudieron a la invitación de Alberto de los Santos Díaz lo convierten en uno de los políticos con más poder en la región, si hubiera acudido Manuel Añorve a su cumpleaños, el amigo Betín brillaría con tanta luz que espantaría con su resplandor. Pero aún así, sí, Betín tiene pretensiones personales o de grupo, en la época que se vive no basta el apoyo del centro, mucha de la culpa y decisión de la clase de gobernantes que tenemos recae en la ciudadanía y, en estos momentos se percibe que el amigo Betín está un tanto malquistado con la cabecera municipal, es visto con el recelo y el sospechosismo con que se puede mirar a quien faltó en claridad y humildad en su gobierno.
El lado anecdótico y que promueve comentarios sarcásticos es el hecho de que a la mesa principal, donde se encontraba el cumpleañero y los visitantes distinguidos, fue abordada de tal manera por los políticos locales que sus hombros y sillas se apretujaban cómicamente, de haberse tratado de casillero de huevos se hubieran desquebrajado lamentablemente.
De personajes locales distinguidos y de altos mérito políticos, vislumbramos a Ramiro Ávila, Alfredo Hernández, Jesús Herrera y otros que servían como escuderos o que añoran la sinecura de una próxima regiduría.
Pero antes, los priistas coyuquenses deberán enfrentar el proceso para el relevo del C.D.M. del PRI, uno de los serios aspirantes es Alfredo Hernández Bravo, aspirante también a la cuasi lejana presidencia municipal; Alfredo Hernández Bravo, bajando un peldaño al pedestal aspira a una posición a la que por lo general se envía a un delfín para que sea quien opere políticamente. De ser Alfredo el próximo presidente del PRI en Coyuca, el priismo se vestiría de galas al contar con un hombre de una capacidad y preparación política reconocida, como no se tenía en la dirección del PRI, en los últimos diez años, desde que Ramiro Ávila fuera el último dirigente ilustrado.