¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Sociedad Mexicana escriba una noticia?
La Cámara Internacional de Comercio (CCI) advierte que para frenar la "piratería" se debe fortalecer la lucha contra la venta de artículos de lujo falsificados. El coordinador de la Acción Empresarial para Detener la Falsificación y la Piratería (BASCAP, por sus siglas en inglés) de la CCI, Jeffrey Hardy, sostuvo que los gobiernos no han logrado abatir las acciones del crimen organizado en materia de narcotráfico ni de "piratería". Enfatizó que al haber menos recursos disponibles para que los gobiernos combatan estos flagelos, es necesario que los esfuerzos se concentren en los artículos de lujo, en las marcas que al sufrir un plagio pierden millones de dólares y dejan de reportar impuestos. Jeffrey Hardy señaló que esas empresas son las que generan más empleos, y que al mantener en condiciones dignas de trabajo a las personas, éstas cuentan con más recursos para reactivar las economías internas y mantener la planta productiva. Por el contrario, cuando un productor de "piratería" contrata personal, las plazas de empleo son precarias, no ofrecen estabilidad, tampoco seguridad social, los salarios son mucho más bajos y las prestaciones inexistentes. Por lo anterior, la mano de obra es de mala calidad, lo que se convierte en un círculo de estancamiento económico, aseveró el coordinador de la BASCAP. Recordó que cuando un productor de "piratería" vende sus mercancías no paga impuestos, sus materias primas son de baja calidad, inhibe las ventas de los productos legales y en consecuencia, reduce las fuentes de empleo formal. Advirtió que ante ese panorama los gobiernos dejan de invertir para el desarrollo y la crisis económica se vuelve más aguda. "La crisis económica es un factor que afecta la lucha de los gobiernos contra la falsificación de marcas, pues al no haber suficiente recaudación se da prioridad a los rubros sociales y se descuidan la procuración de justicia y la protección a la propiedad intelectual", acotó. Durante una entrevista con Notimex, Jeffrey Hardy advirtió que en muchas naciones se ataca el problema con acciones superficiales, como decomisos de mercancías cuando ya están a la venta, y no se llega a los productores que son el verdadero problema. Aseguró que los fabricantes de productos "piratas" evaden la acción de la justicia al utilizar canales de importación y de distribución legales, y es ahí en donde las autoridades deben actuar con más eficacia, aunque los procedimientos sean más costosos y tardados. Puso como ejemplo uno de los problemas básicos, la "piratería" en discos de audio y video, y se pregunta: "¿Cómo es posible que un mismo cliente importe legalmente cientos de quemadores de discos de alta velocidad, cuando eso sólo lo compra una empresa productora importante". Explicó que lo que sucede es que cuando se hacen esas compras internacionales y en la aduana se observa la mercancía, nunca se pregunta qué uso se le dará, dónde está la empresa importadora, dónde sus declaraciones de impuestos. Si se realizara ese sencillo procedimiento, más de 80 por ciento de los productos quedarían asegurados en la aduana, detalló el funcionario de la CCI. Actualmente la publicidad y los hábitos de las sociedades hacen que los consumidores anhelen ciertas mercancías, o diversas marcas aunque sus ingresos económicos les impidan comprarlos, por lo que acuden a la "piratería". En productos de primera necesidad, como el pan de marca o alimentos que deben comprarse, quizás en estos momentos de crisis sería como atentar contra la alimentación de las personas, pero aún así se les debe advertir sobre los problemas de salud que podría ocasionar el consumo de productos que nunca pasan por controles de calidad. En este caso, señaló que la diferencia entre el consumo de un pan de marca y un pan "pirata" puede ser el que uno de los miembros de la familia deje de comer o bien que en lugar de comer una pieza entera, tenga que compartirla con un hermano. Finalmente advirtió que el problema mundial de la "piratería" de productos y la falsificación de marcas es tan grave que amenaza con retardar la recuperación económica tras la crisis más profunda que se haya visto en la historia de la humanidad.