La defensa de Dzhokhar Tsarnaev apuntó el lunes a minimizar la participación del joven en la preparación de los atentados de Boston, después que la fiscalía terminara su presentación exhibiendo fotos que impresionaron al jurado hasta las lágrimas.

Con el fin de evitarle al joven ser condenado a muerte, sus abogados adujeron que el estudiante, de 21 años, que había obtenido la nacionalidad estadounidense unos meses antes del atentado, no tuvo intervención en las adquisiciones de productos preparatorios de los ataques.

Gerry Grant, un experto en informática y redes sociales llamado a declarar por la defensa, dijo que tanto cuando fueron compradas las ollas a presión utilizadas en la fabricación de las bombas como las armas empleadas en el ataque, el teléfono móvil de Dzhokar emitía señales desde la Universidad de Massachusetts Dartmouth, a unos 80 kilómetros de distancia.

Tsarnaev es juzgado en la capital de Massachusetts (noreste de Estados Unidos) desde el 4 de marzo y podría ser condenado a la pena de muerte por esos ataques, los peores en Estados Unidos desde el 11 de septiembre de 2001 y que dejaron 3 muertos y 264 heridos el 15 de abril de 2013.

Tras cuatro semanas de presentación, en la que comparecieron 92 testigos, la acusación concluyó el lunes con el testimonio del médico forense Henry Nields, quien contó los detalles por momentos insoportables de las heridas sufridas por la menor de las víctimas, Martin Richard, de 8 años, por el estallido de dos bombas artesanales cerca de la línea de llegada del maratón. El jurado pudo ver también fotos y las vestimentas del pequeño y algunos no lograron contener las lágrimas.

Desde el inicio del proceso, y ante las pruebas demoledoras presentadas por la fiscalía, la defensa reconoció la responsabilidad de Dzhokhar Tsarnaev aunque afirmando que estaba bajo la influencia de su hermano mayor, Tamerlan, de 26 años, abatido por la policía tres días después de los atentados. "Fue Tamerlan Tsarnaev quien se había radicalizado. Dzhokhar lo seguía", había afirmado la abogada Judy Clarke al realizar su alegato inicial.

Sin embargo, los fiscales han presentado a Dzhokhar como un asesino a sangre fría: un estudiante relajado y fumador ocasional de marihuana que había fracasado en varios de sus exámenes universitarios y se había convertido en un ávido lector de contenidos islamistas, hallados en su ordenador.

Y después del testimonio desgarrador de varios amputados por las explosiones, los fiscales lo mostraron media hora después de los atentados comprando leche tranquilamente, como si nada hubiese pasado.

Tsarnaev volvió a mostrarse imperturbable el lunes, a veces con la cabeza gacha y en otras ocasiones hablando con su abogada.

El joven está acusado también de haber matado a un policía de guardia en su vehículo en el campus del MIT (Massachusetts Institute of Technology) cuando intentaba escapar de Boston con su hermano.

La defensa pidió el lunes, en un escrito, que Tsarnaev sea declarado inocente de todos los cargos que le son imputados, pues "el gobierno no logró presentar pruebas que vayan más allá de la duda razonable".