Llevamos cinco meses aproximadamente de pandemia, hablando de Argentina, y se supone que los datos oficiales que se obtienen por testeos no son suficientes para calcular el alcance de los contagios, es decir que es imposible calcular la cantidad de personas que durante esos cinco meses se contagiaron y resultaron ser asintomáticos. 

Se dice, por expertos, que el contagio del virus es como un camino sobre rocas para atravesar un río, si quitamos una piedra el virus no puede pasar. Esa piedra que falta en el medio es un inmune porque el virus no puede contagiar a otra persona y empieza a decaer por lo que su duración es de quince días y desaparece si no puede reproducirse.

De ahí el aislamiento de un contagiado es de dos semanas aproximadamente.

La cuarentena también hace las veces de piedras quitadas, porque reduce el foco de contagios, pero lo más eficaz es la inmunidad del rebaño, por lo que el virus no puede contagiar dos veces a la misma persona y cuanto mayor sean los que se inmunizaron, mayor será la protección a las personas que no fueron contagiadas.

Se calcula que a estas alturas de la pandemia en el Amba, deben ser millones los que se inmunizaron. Si se calcula que por cada fallecido por corona virus corresponde a mil con contagio, quiere decir que si ya hay 3441 fallecidos, estos multiplicados por mil darían 3, 441, 000 contagiados.  Y si hubieran más, aún muchos más serían los inmunizados.

Lo que significa en esta reflexión es que como las personas no van de un lado para el otro, sino que ya sea se queden en sus casas o estén yendo y viniendo al trabajo u otro lugar, pero algo que sea repetitivo,   esto significa que siempre se estarían rodeando de las mismas personas. 

Es decir que sin saberlo, muchos de ellos están siendo protegidos, y es una buena noticia en relación de que la cantidad de contagios van disminuyendo de acuerdo al calculo R que el virus se propaga a menos personas por contagiado.

Es decir; se propaga de uno en dos o en tres personas, se hace un contagio exponencial, si el contagio es de una persona, se va transformando como el contagio de una gripe común en el sentido de la rapidez que se propaga.

De modo que sin darnos cuenta por si mismo se va creando un ejército de protectores a nuestro alrededor sin que nosotros nos demos cuenta, del mismo modo que en un principio se producía contagios invisibles a nuestro alrededor y nos llenaban de miedo.

Lo que en un principio nos parecía aterrador, y más cuando empezaban a aparecer casos cercanos, hoy nos damos cuenta que en definitiva esos que ya se han inmunizados, en cierto modo nos producen una barrera de protección contra el maldito virus.   

Carlos Polleé