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Del muro y otras cosas

19/11/2016 07:10 0 Comentarios Lectura: ( palabras)

imageFoto: Ecoportal.net

Msia Informa

Para México la victoria de Donald Trump tiene un sabor amargo por las agresiones gratuitas lanzadas durante su campaña presidencial y su idea estrambótica de ampliar la construcción del muro en la frontera con la finalidad de parar en seco la emigración de mexicanos a los Estados Unidos.

No obstante, debemos analizar tranquilamente este hecho histórico.

Primero: el resultado electoral del 8 de noviembre, independientemente de la personalidad destemplada del protagonista y de sus intenciones efectivas, asienta un golpe frontal al proceso de globalización financiera que victimó a la otrora próspera nación industrial del norte.

De la misma forma en que el inesperado Brexit fue un golpe en el corazón de la City de Londres, la elección de Trump es un tiro certero en Wall Street y el establishment político de Washington y sus pares globales.

Así, el fantasma del proteccionismo y el nacionalismo económico retornan para espanto de la oligarquía hegemónica mundial que tendrá serios obstáculos para continuar imponiendo su programa, a todas luces enemigo de los valores cristianos del Estado soberano y la familia.

México no puede sentirse temeroso de la ruina de un sistema global nacido del Nuevo Orden Mundial que se inauguró en las guerras del Medio Oriente, los Balcanes, África y el centro Asiático; un cuarto de siglo de hegemonía bélica, de financiarización de la economía, desigualdades sociales crecientes, pesimismo, odio e ingeniería social, políticas impulsadas por las Naciones Unidas, por ejemplo la ideología de género. México no puede sentir temor ante la poda del mal.

En su breve discurso de victoria, Trump mencionó aspectos fundamentales que tienen que tomarse en cuenta. "Cada estadounidense tendrá la oportunidad de realizar su potencial pleno. Los hombres y mujeres olvidados de nuestro país no serán más olvidados".

Y en el campo externo "vamos a buscar un terreno común. No hostilidades; asociaciones, no conflictos". Esto podría indicar una semejanza con Franklin Roosevelt (1933-45) cuando habló del "hombre olvidado en la base de la pirámide económica", y luego alzó el vuelo hacia el New Deal y los grandes proyectos de infraestructura a semejanza de la Tennessee Valley Authority (TVA), que recuperó la economía de los Estados Unidos después de la gran depresión de 1929.

EL CUADRO DE HOY ES MUCHO MÁS GRAVE Y PELIGROSO

Por eso el billón de dólares anunciado por Trump para invertir en infraestructura física es una meta extremadamente tímida, aunque indique una buena dirección económica.

Nuestra nación tiene que apropiarse de esta oportunidad histórica para también librarse de las amarras del acuerdo de libre comercio (TLCAN) que arrancó del presupuesto de la elite política y económica mexicana de que México debería entregar parte de su soberanía a los Estados Unidos para finalmente incorporarse al Primer Mundo. Este sueño alucinógeno, una vez pasada los efectos de la dosis fantasiosa inyectada por el presidente Carlos Salinas de Gortari, pronto se convirtió en una pesadilla funesta.

La economía, ahora totalmente dependiente del poderoso del norte, se transformó en una fábrica de emigrantes, de separación de familias, de la proliferación del crimen organizado, el narcotráfico, el tráfico de personas y armas. Grandes fortunas se amasaron al calor de la tolerancia de un sistema bancario y financiero mundial ávido por lavar recursos ilegales. Señor Trump coloque un muro en Wall Street.

México debe disponerse a preparar su nuevo proyecto nacional, que también tiene que partir de la reconstrucción de su base de infraestructura con la generación rápida de millones de empleos, la reconstrucción de un sistema financiero propio capaz de emitir crédito primario y recuperar la soberanía monetaria perdida con el TLCAN.

Desde ese punto de vista, junto con un plan soberano de desarrollo nacional, podrá ser negociada una reforma en las relaciones económicas con los Estados Unidos. La orden del día, -y esto es también un clamor global- es recuperar soberanía. Lo demás es el terror que sienten nuestras élites políticas y económicas que tiemblan ante los grandes cambios que se avecinan.

Es tarea de los mexicanos y nada más que de los mexicanos, de la población olvidada, del mexicano común, ser dueño y señor de su país que ha sido enajenado de su destino y misión histórica en estos últimos 30 años.


Sobre esta noticia

Autor:
Ejesus (4819 noticias)
Fuente:
diarionoticiasweb.com
Visitas:
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Tipo:
Reportaje
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