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La integridad de las agencias calificadoras de valores fue cuestionada hoy nuevamente, luego que el procurador general del estado de Ohio, Richard Cordray, interpusiera una demanda contra tres reconocidas firmas. Cordray acusó a las firmas calificadores Standard & Poor"s, Moody"s y Fitch de ofrecer reportes falsos y engañosos a cambio de elevadas sumas de dinero, con lo que "vendieron su objetividad profesional y su integridad al mejor postor". Según la querella interpuesta este viernes por el procurador de Ohio, dichas agencias "causaron estragos en los mercados financieros de Estados Unidos al ofrecer calificaciones infladas e injustificadas de valores relacionados con hipotecas". Cordray afirmó en su demanda que las firmas dieron calificaciones inexactas "a cambio de lucrativas tarifas por parte de los emisores de los instrumentos calificados". La querella fue interpuesta por Cordray a nombre de cinco fondos de pensiones, que habrían perdido 457 millones de dólares a consecuencia de la inexacta información provista por las calificadoras. La labor de las calificadoras es evaluar la solidez financiera de los organismos públicos y privados que emiten valores, como deudas y acciones. Una alta calificación es una especie de certificado de confianza para los inversionistas. Las acciones corporativas alcanzan mayor precio de acuerdo con el nivel de su calificación, mientras que los bonos de deuda pagan una menor tasa de interés, por lo que los gobiernos pueden financiarse a costos más bajos. La demanda de Cordray se suma a la que el año pasado interpuso contra esas mismas firmas el procurador de Nueva York, Andrew Cuomo, argumentando que ofrecían informes engañosos sobre instrumentos financieros basados en hipotecas. Cuomo explicó que las calificadoras habían jugado un papel relevante en la crisis hipotecaria, una de las causas fundamentales que desató la recesión más profunda desde la Gran Depresión de los años 30 del siglo XX. En junio de 2008, Cuomo logró un acuerdo con esas firmas para que cambiaran su sistema de cobros y operaran de manera más transparente al calificar valores hipotecarios. En tanto, autoridades de la Comisión Europea acusaron también este viernes a Standard & Poor’s de violar las leyes anticompetencia al cobrar demasiado por el uso de los llamados números Cusip, usados para identificar acciones y bonos en mercados globales. Las autoridades europeas cuestionaron si Standard & Poor’s abusó de su posición, al ser la única agencia que puede asignar estos números a valores emitidos originalmente en Estados Unidos.