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Ante el inicio de las celebraciones navideñas y de Año Nuevo, el arzobispo de Oaxaca-Antequera, José Luis Chávez Botello, aseguró que diciembre es una escuela de ciudadanía y civilidad profunda. Al término de la homilía dominical celebrada en la Catedral metropolitana, el prelado criticó las marchas y medidas de presión que ejercen grupos al interior de la sociedad, así como la demagogia de políticos y funcionarios, que "sólo generan división y descontento". Puntualizó que en esta época de convivencias familiares, con amigos y con compañeros de trabajo, "hagamos un servicio al prójimo, ya que es así como se gesta la reconciliación, no con marchas, no con gritos ni ofensas, ni expresiones despiadadas o presiones". Chávez Botello, manifestó la preocupación de la Iglesia Católica por las familias oaxaqueñas y mexicanas "que han sido golpeadas por la crisis económica o por la delincuencia organizada", y que "este mes de diciembre tendrán una difícil celebración". Sin embargo, consideró que hay que sacar un aprendizaje de ello, porque es una oportunidad para que esto lleve a la unidad y la reconciliación de las familias en México y en Oaxaca. Durante estas celebraciones, explicó, "hay una disponibilidad a abrirse a los demás, a acercarse y tratarse; es una manera sencilla y eficaz de acortar distancias, de debilitar prejuicios y derribar barreras; una manera práctica de hacer amigos y hasta de reconciliarse". Finalmente, añadió, "en cada barrio recojamos y cultivemos todos esta enseñanza para impulsar la reconciliación y la unidad de Oaxaca y de nuestro país".