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El gobierno de Ecuador expresó el lunes su aspiración a que el gobierno de Colombia y la guerrilla del ELN puedan instalar la mesa pública de negociaciones de paz tras las conversaciones a puertas cerradas que iniciarán este jueves en Quito.
"Ojalá podamos por fin ya inaugurar, instalar la mesa de diálogo público, que debe ser en Ecuador", dijo a la prensa el canciller ecuatoriano, Guillaume Long.
El gobierno de Juan Manuel Santos y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), segundo grupo rebelde de Colombia después de las FARC, tenían previsto instalar la mesa pública de conversaciones el 27 de octubre pasado en Quito luego de sostener durante casi tres años diálogos de manera confidencial.
Pero el arranque de la etapa no se dio al quedar condicionado a la liberación del excongresista Odín Sánchez, en poder de los rebeldes desde abril último, y a la exigencia del ELN de que el gobierno indulte a dos guerrilleros.
El domingo el jefe negociador del gobierno con el ELN, Juan Camilo Restrepo, informó que "la reactivación de las conversaciones para concretar la fecha de instalación de la mesa pública, será el próximo jueves 12 de enero en Quito".
Ese diálogo "al más alto nivel" será a puertas cerradas, sin acceso a la prensa, indicó a la AFP una fuente ecuatoriana cercana a los contactos entre el gobierno de Santos y el ELN.
Restrepo encabezará una comisión especial que se reunirá con representantes de la guerrilla, alzada en armas en 1964 por influencia de la revolución cubana, para "encontrar fórmulas de entendimiento que conduzcan a la apertura de la mesa pública de conversaciones", según Bogotá.
Long manifestó que las delegaciones "están volviendo a nuestro país esta semana; les deseamos los mejores augurios para que puedan llegar a un acuerdo".
El canciller reiteró el respaldo de Ecuador a las posibles negociaciones. "Todo nuestro apoyo a las partes que quieren alcanzar ésta paz", apuntó.
Colombia busca un acuerdo con el ELN para alcanzar la "paz completa", después de sellar en noviembre el fin de la confrontación de cinco décadas con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas).
El conflicto armado colombiano, en el que también participaron otras guerrillas, paramilitares y agentes estatales, dejó al menos 260.000 muertos, 60.000 desaparecidos y 6, 9 millones de desplazados.