El pasado fin de semana fuimos mi familia y yo a comer a un restaurante. En una mesa vecina, otra familia con dos inquietos chiquillos nos obsequiaban a todos los comensales su algarabía que los padres, en exceso tolerantes, permitían. Luego el padre de familia recibe una llamada por celular y en ese momento se pone a dar de manotazos buscando callar a sus escandalosos hijos.

Tengo un hijo de 4 años y una de las tareas mas difíciles a la hora de educarlo es la congruencia entre lo que le digo y lo que hago, entre lo que le exijo y lo que le doy, entre lo que le niego y lo que le impongo...

Todas esas "relaciones" deben ser regidas por la congruencia y aunque es fácil decirlo en teoría, en la práctica es muy distinto. Todos estamos más o menos acostumbrados a “mentiritas monas”, a solo ver por nosotros y lo que nos afecte, a despreocuparnos por las injusticias mientras las sufra el vecino, a pedir todo y dar muy poco, a exigir respeto y no respetar. Y ese ejemplo es el que heredamos a nuestros hijos.

Lo mas terrible es que conozco tan pocos padres entregados y veo al rededor y noto que la mayoría de los padres ni se preocupan y menos se ocupan por ello. La anécdota del principio se repite ante mis ojos cada día en todas sus variantes. Escuchar a una madre pidiéndole al hijo que la "apoye" en una mentira. Los padres que toleran que el hijo se quede sin permiso con el cambio porque "son solo unos pesos". La madre que le hace la tarea al hijo porque "se le olvidó" y ya es muy noche. Los padres que permiten que el hijo agarre todo excepto sus cosas. Los padres que no procuran a sus hijos mas que cuando les conviene. Y muchos etcéteras más.

Verdaderos ejemplos de lo que buscamos inculcar en nuestros hijos. Cumplamos y hagamos cumplir nuestras reglas aun en los casos que no nos convenga

La realidad es que mientras digamos No Mientas! y demos el ejemplo mintiendo solo enseñamos palabras vacías y lo que es peor, confundimos gravemente a nuestros hijos. En el ejemplo del principio, que sacaron los hijos en claro? Nada. Pueden hacer el desmán que quieran e importunar a quien sea. Y algunas raras ocasiones sus padres por una llamada, no estar de humor o encontrarse ocupados los van a tratar de callar. Pero no hay ninguna regla clara.

Y no digo que ser tolerantes sea malo. Ser padres tolerantes o intolerantes es bueno mientras sean congruentes y es malo si son incongruentes. En mi caso particular mi hijo se sienta a comer y no andamos brincoteando hasta que terminemos ya sea que comamos solo el y yo en la casa, en un banquete en el restaurante mas cuco o en un McDonald’s.

Así que procuremos ser verdaderos ejemplos de lo que buscamos inculcar en nuestros hijos. Cumplamos y hagamos cumplir nuestras reglas aun en los casos que no nos convenga. Y sobretodo seamos previsores: Si no enseño a mi hijo a respetar su casa, luego como quiero que respete la ajena cuando vaya de visita?