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El ejército sirio arrebató este domingo a los rebeldes la ciudad de Kasab (noroeste del país), cercana a un paso fronterizo estratégico con Turquía, anunció la televisión pública.
"Las unidades del ejército están restableciendo la seguridad y la estabilidad en la ciudad de Kasab, provincia de Latakia, tras haber matado a un gran número de terroristas y destruido sus armas", indicó la televisión, refiriéndose a los insurgentes que controlaban desde hace más de dos meses esta localidad de mayoría armenia.
Por su lado, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) dijo que los combates continuaban en Kasab. "Las tropas del régimen entraron en Kasab pero no controlan la totalidad de la ciudad. Sigue habiendo combates entre los soldados y los rebeldes", dijo a AFP Rami Abdel Rahman, director del OSDH.
El sábado, el OSDH había informado de que "la mayoría de los combatientes del Frente al Nosra y de las brigadas islamistas" se habían ido de Kasab" dejando un número reducido de combatientes" para cubrir la retirada.
La mayoría de los rebeldes se retiraron después de que el "ejército apoyado por los combatientes del movimiento chií libanés Hezbolá se apoderaran de las colinas que rodean Kasab", dijo Rahmane. "Eso dejaba a los rebeldes en la línea de mira del ejército y de Hezbolá", agregó.
"Los insurgentes no querían ser sitiados en Kasab" por el ejército, como ocurrió en otras localidades que las fuerzas leales al Gobierno volvieron a reconquistar, señaló la fuente.
Bombardeado sin cesar por el ejército, el puesto fronterizo de Kasab era importante para los insurgentes, en particular porque servía de vía de evacuación de los combatientes heridos.
Siria acusó a Turquía de haber ayudado a los rebeldes sirios a ampararse de esa ciudad, cuya población es en mayoría armenia.
Además, el ejército sirio está bombardeando desde hace 24 horas varias bases del Estado Islámico en Irak y el Levante (EIIL) cerca de la frontera con Irak, donde el grupo yihadista llevó a cabo una amplia ofensiva esta semana, según una ONG opositora.
"La aviación del régimen lleva desde el sábado bombardeando instalaciones del EIIL, en particular en las provincias de Raqa (norte) y Hasaka (noreste)", fronteriza ésta con Irak, indicó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). Según la ONG opositora, el bombardeo se explica por el hecho de que el EIIL "ha conseguido introducir en Siria armas pesadas y sobre todo tanques y Hummer" abandonados por el ejército iraquí.
En la ciudad de Raqa, principal bastión del EIIL en Siria, la aviación bombardeó el edificio de la gobernación, que se ha convertido en la sede de la organización 'yihadista' en Siria. El ejército del régimen bombardeó también su "tribunal religioso", sin causar víctimas, siempre según el Observatorio.
Según el director del OSDH, Rami Abdel Rahman, los bombardeos en Hasake han sido efectuados sin lugar a dudas "en coordinación con las autoridades iraquíes", que preparan una vasta ofensiva contra el EIIL en el centro y el norte del país.
El EIIL tiene el objetivo de crear un Estado islámico a caballo entre Irak y Siria