Mercedes-Benz ha logrado un hito en la conducción autónoma. El ‘‘Automated valet parking’’ permite que los conductores puedan aparcar automáticamente su coche en las plazas asignadas sin tener que vigilar los movimientos del vehículo, controlándolo desde un smartphone. 

La demostración piloto se ha convertido en la primera prueba real a nivel mundial de un servicio de estacionamiento totalmente automatizado llevado a cabo en condiciones reales con y sin conductores al volante. A partir de principios de 2018, los visitantes del museo podrán experimentar este servicio personalmente en el parking.

“La conducción autónoma estará entre nosotros más rápidamente de lo que muchos podrían imaginar. Aparcar sin conductor en el museo demuestra de manera taxativa lo avanzado de esta tecnología”, declaró Michael Hafner, director de Automated Driving and Active Safety Development en Mercedes-Benz Cars. “El uso de la infraestructura inteligente del parking y su conectividad con los vehículos nos ha permitido desarrollar el aparcamiento sin conductor mucho antes de lo esperado“, añadió Gerhard Steiger, presidente de la división de Bosch Chassis Systems Control.

Con un smartphone cualquiera puede reservar un coche a través de la correspondiente app. El viaje comienza cuando el vehículo conduce de forma autónoma hasta la zona de recogida. Devolver el coche es igual de fácil: el cliente deja el vehículo en la zona de entrega del parking y lo devuelve. Una vez que el sistema inteligente ha identificado el vehículo, el coche arranca y es guiado automáticamente hasta el espacio asignado.

Este sistema de aparcamiento sin conductor es posible gracias a la interacción entre la infraestructura inteligente del parking suministrada por Bosch y la tecnología de automoción aportada por Mercedes-Benz. Los sensores instalados en el parking vigilan la zona de tráfico y sus alrededores mientras conducen el vehículo. La tecnología incorporada en el automóvil convierte con total seguridad las órdenes suministradas por la propia infraestructura del parking en maniobras de conducción y, si fuera necesario, detiene el vehículo a tiempo.

Los sensores existentes en la infraestructura del parking y la tecnología de comunicaciones provienen de Bosch. Daimler, por su parte, está aportando el parking privado del museo y los vehículos piloto. Junto con Bosch, definirá la interfaz entre la infraestructura y el vehículo, y hará las modificaciones necesarias a la tecnología y al software de los sensores montados en los vehículos.

El estreno mundial será seguido por una fase intensiva de pruebas y puesta a punto de esta tecnología para aparcar sin conductor. Desde el primer momento, el proyecto ha estado supervisado por agencias locales – la autoridad administrativa regional de Stuttgart y el Ministerio de Transporte de Baden-Württemberg – así como por expertos de TÜV Rheinland, con el objetivo de evaluar la seguridad operativa de la tecnología de automoción y del propio parking.