La mayoría de las veces que nos encariñamos con algo, con alguien, nos cuesta desprendernos de El o Ella. Con gracia observo mucho a los niños y los comportamientos desde la relación madre-hijo y comunmente río al reconocer y reconocernos posesivos, tenemos activado en el ser el acto de aprehensión, el ejemplo típico: el niño que le quitan el juguete preferido, llora inconsolablemente y no hay nada que lo pueda callar.

"Ella dijo: - Lo siento, ya no puedo continuar con esto. "

Es la respuesta al fin de una relación, como también puede ser ... " Sabes algo ? ya no te amo, perdona "

Y sí, es así, y tenemos que entender que no podemos obligar a nadie a permanecer si no lo desea. Ahora nos toca tomar la decisión de rehacer nuestra vida tomando un rumbo nuevo, nuevos planes, proyectos, cosas pendientes que seguramente hemos dejado de lado por estar con esta persona. Entender que hay que apagar, desenchufar, desconectar; porque es inútil, improductivo seguir insistiendo, llorando, lamentando; ya no es presente, los recuerdos son pasado...

Ahora tengo que comenzar una nueva etapa, no es fácil pero todos los días tienen que ser nuevos y siempre pensando en lo nuevo, lo que vendrá, es posible, claro, si lo queremos ...