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¿¿ Por qué yo no voy a votar. . . Y, ustedes ?
El abstencionismo es un aviso de desinterés o desilusión, pero también una forma de protesta activa, la única de que disponen los ciudadanos frente a lo que más que una democracia es una lucha de partidos e intereses en los que nada tienen que ver. ¿Que otro modo hay de decirles que no les creemos sus promesas o que nos parece equivocado su modo de hacer política?
El abstencionismo no es silencio ni vacío como se lo quiere ver y como convendría creer, sino una manifestación significativa de la sociedad, una expresión ciudadana, una manera de interpelar. Es la herramienta de los individuos que no encuentran forma de ejercer su derecho expresar y legitimar sus puntos de vista y sus intereses y no quieren usar vías ilegales para hacerlo. Si estamos de acuerdo que el voto es el instrumento fundamental de la democracia, entonces tendremos que aceptar que el no voto también lo es, pues dice algo que el voto no permite decir.
Sara Sefchovich.
País de mentiras editorial OCEANO.