¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Rosales010602 escriba una noticia?
“La clave del aprendizaje significativo está en la relación que se pueda establecer entre el nuevo material y las ideas ya existentes en la estructura cognitiva del sujeto” -Ausubel
Dentro de los procesos de enseñanza-aprendizaje los alumnos presentan una determinada actitud y disposición para llevar a cabo el proceso de aprendizaje que se les plantea. Esta disposición o actitud con el que abordan la situación de aprendizaje de nuevos contenidos no es, en general, algo inexplicable o incomprensible, sino que surge como resultado de la influencia de numerosos factores de índole personal y colectiva. El grado de control personal del alumno, su autoimagen y autoestima, sus experiencias y vivencias anteriores de aprendizaje, su capacidad de asumir esfuerzos y riesgos, de esforzarse, de pedir, dar y recibir ayuda son algunos aspectos de tipo personal que desempeñan un papel significativo en la disposición del alumno frente al aprendizaje.
Ante cualquier situación de aprendizaje, los alumnos cuentan con determinadas capacidades, instrumentos, estrategias y habilidades generales para llevar a cabo el proceso. Entonces, el alumno cuenta con determinadas capacidades cognitivas generales o, en otras palabras, con unos niveles de inteligencia, razonamiento y memoria que le van a permitir un determinado grado de comprensión y realización de la tarea. Pero estas capacidades generales no son únicamente de carácter intelectual o cognitivo. El alumno cuenta también con determinadas capacidades de tipo motriz, de equilibrio personal y de relación interpersonal. Por lo tanto, entendemos, pues, que el alumno pone en juego un conjunto de recursos de distinta índole que, de manera más o menos general y estable, es capaz de utilizar frente a cualquier tipo de aprendizaje.
Por otra parte, y en estrecha interrelación con dichas capacidades, para llevar a cabo el aprendizaje el alumno dispone de un conjunto de instrumentos, estrategias y habilidades generales que ha ido adquiriendo en distintos contextos a lo largo de su desarrollo, y de manera especial, en el de la escuela. Instrumentos como el lenguaje (oral y escrito), la representación gráfica y numérica, habilidades como subrayar, tomar apuntes o resumir, estrategias generales para buscar y organizar información, para repasar, para leer un texto de manera comprensiva o para escribir reflexivamente sobre un tema, son algunos ejemplos de este conjunto de recursos de tipo general que pueden formar parte, en una u otra medida, del repertorio inicial del alumno y con los que cuenta (o no) para afrontar el aprendizaje del nuevo contenido.
Algunos descubrimientos dentro de la ciencia exigen que los profesores que imparten la asignatura de Biología comprendan que no basta dominar el sistema de conocimientos para poder enseñarla adecuadamente, sino que también necesitan reflexionar sobre su práctica docente y caracterizar esta ciencia escolar.
Conocer las ideas previas es importante para entender las concepciones con las que los estudiantes abordan el aprendizaje
En este caso nosotros los docentes tenemos una gran responsabilidad dentro del proceso de la enseñanza de la Biología, ya que debemos de tomar una postura abierta; en dónde analicemos y reflexionemos sobre las concepciones que los alumnos ya tienen. Es necesario, partir de las ideas previas que tienen los alumnos; las cuales se van desarrollando y formando desde que tienen una edad temprana.
Al experimentar, crear y aprender libremente, el niño puede ir creando sus propias conexiones neuronales que le permitirán ir desarrollando una serie suposiciones de lo qué cree que pasará en ciertas situaciones. Centrarnos en el proceso que lleva el alumno y partir de las ideas previas para trabajar la asignatura de Biología es una estrategia muy útil, ya que permite que el alumno vaya generando y construyendo su propio aprendizaje a partir de las concepciones propias que tiene, también de las dudas que vaya generando y de los aspectos que desconozca.
Entonces, es necesario comprender que el papel del docente en este caso es de guía, y es el encargado de encaminar y guiar a los alumnos para que ellos generen sus propios conocimientos, concepciones, aprendizajes y criterios para reflexionar acerca de las concepciones adquiridas.